Vertido.- Catedrático estima en diez o 15 años la restauración definitiva de la zona afectada por la rotura de la balsa

Actualizado: domingo, 23 abril 2006 13:29

SEVILLA, 23 Abr. (EUROPA PRESS) -

El catedrático de Biología Vegetal y Ecología de la Universidad de Sevilla, Francisco García Novo, calcula un plazo de entre diez o 15 años el tiempo estimado para la restauración definitiva de los terrenos afectados por la rotura de la balsa de la mina propiedad de Boliden Apirsa el 25 de abril de 1998 y que provocó el vertido de seis millones de metros cúbicos de aguas ácidas y lodos contaminados en las cuencas de los ríos Agrio y Guadiamar.

García Novo consideró a Europa Press que "después de un accidente que las autoridades deberían haber previsto, se ha procedido de una forma extraordinariamente buena a la limpieza, a un costo muy elevado pero muy satisfactorio, pero sin embargo persiste una contaminación residual que estará ahí mucho tiempo".

Así, una vez retirados los minerales contaminantes, el catedrático advirtió de que el proceso de restauración es "sumamente lento" y aseveró que "no está acabado ni lo estará en los próximos años". Explicó que la excavación del cauce "ha dejado la zona muy pelada y los paisajes muy arrasados", por lo cual consideró que la recuperación definitiva de los parajes afectados por el vertido de Aznalcóllar "tardarán mucho tiempo en recuperarse". "Las intervenciones ya se han hecho y ahora la naturaleza, poco a poco, se tiene que ir restaurando", apuntó.

En cuanto a la contaminación "histórica" de la zona en el lecho del río Agrio y los manantiales, García Novo expuso que ya estaban contaminadas antes del incidente. "Se contaminaron más durante el incidente y lo seguirán estando mucho tiempo salvo que se desarrollaran obras muy importantes para evitar los vertidos en todo lo que era la antigua mina", detalló.

Sin embargo, preguntado por la necesariedad de acometer estas obras, se cuestionó "si vale la pena consumir dinero que no produce". "Es útil si se evita un riesgo muy grave y se hizo con la limpieza del Guadiamar", indicó. Por ello, difirió de una intervención en la zona ya que "se puede seguir interviniendo sin límite pero cada vez el efecto es menos importante, menos beneficioso y sin embargo el costo es cada vez mayor".

Los trabajos de recuperación se desarrollaron a lo largo de un tramo fluvial de 4.634 hectáreas de extensión y 62 kilómetros de longitud entre la mina y los límites del Parque Nacional de Doñana.