El saneamiento de las Marismas de Santoña, Premio José de Azas 2009

Actualizado: domingo, 17 mayo 2009 21:18

SANTANDER, 17 May. (EUROPA PRESS) -

El Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Cantabria ha concedido al plan de saneamiento general de las Marismas de Santoña el Premio José de Azas 2009, una distinción con la que se reconoce a personas, instituciones, empresas y obras singulares de ingeniería, realizadas en Cantabria o fuera de la Comunidad Autónoma, por ingenieros de caminos cántabros.

El reconocimiento recae en esta ocasión sobre la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (dependiente del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino) como promotora del proyecto, pero también sobre el director de la obra, Antonio Roldán Cartiel, y sobre el principal contratista de los trabajos, la unión temporal de empresas Berria (formada por OHL, SATO y SIEC).

El acto de entrega del premio se celebrará el viernes 5 de junio, a las 11.30 horas, en el salón de actos del Palacio de Exposiciones y Congresos de Santander, e incluirá una conferencia impartida por el director de la obra, en representación de la CHC, y por Luis Ángel Fernández Rodríguez, en representación de OHL.

El Premio 'José de Azas' se creó en el año 2005. El nombre rinde homenaje a José de Azas Llanderal-Valdés, primer cántabro que se tituló como ingeniero de caminos (en el año 1805) y uno de los ocho primeros de España.

En su primera edición el premio fue para el viaducto de la Autovía de la Meseta sobre el río Cieza, situado en el subtramo Los Corrales de Buelna-Molledo, diseñado por Pondio Ingenieros S.L., que recibieron la distinción junto con el Ministerio de Fomento (promotor de los trabajos), Sacyr-Vallehermoso (contratista principal), Grupo Puentes (como subcontratista) y Antonio Herrero (director de la obra).

En 2006 la distinción recayó en el Grupo de Ingeniería Oceanográfica de Costas (GIOC) de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad de Cantabria (UC); y en 2007 fue para la compañía cántabra de ingeniería APIA XXI, por su "dilatada actividad" para "plasmar" la ingeniería realizada en Cantabria en sus diversas obras.