Arquitecto José Mª Ezquiaga: No habrá acciones visionarias para modernizar la ciudad hasta superar el ladrillazo

José María Ezquiaga
EUROPA PRESS
Actualizado: domingo, 5 julio 2015 3:12

Asegura que las leyes que soportan el urbanismo "se están quedando cortas" porque la sociedad "ha crecido en problemas y complejidad"

SANTANDER, 14 Sep. (EUROPA PRESS) -

El arquitecto José María Ezquiaga, Premio Nacional de Urbanismo en 2005, ha asegurado que no habrá "acciones visionarias que modernicen la ciudad" en España mientras las Administraciones Públicas no superen el "lastre" que ha supuesto el "ladrillazo", es decir, la burbuja inmobiliaria, porque tal y como ha señalado, "estamos en un proceso de ajuste, el mercado está reabsorbiendo ese exceso de oferta y estamos en una situación negativa".

"El énfasis no está en la ciudad inteligente, sino en cómo resolver el problema del exceso de vivienda, del déficit de financiación de los municipios", ha apuntado, al tiempo que ha defendido que los municipios "tienen que ser inteligentes en el sentido de sustentar sus ingresos sobre bases sólidas, no sobre temas coyunturales como mercados recalentados como el inmobiliario".

Así, ha señalado que España "ha vivido una cierta ilusión inmobiliaria"porque en los últimos años "se construyeron muchísimas viviendas sobre la expectativa de que iban a ser colocadas en el mercado a unos precios muy ventajosos que permitirían una serie de ganancias para todos", tal y como ha asegurado en una entrevista a Europa Press con motivo del encuentro 'Nuevas ciudades, nuevo urbanismo', que ha dirigido en la última semana de los Cursos Avanzados de Verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).

Sin embargo, ha incidido en que "lo que se está verificando en estos últimos tiempos es que realmente gran parte de esa producción estaba basada en un espejismo porque en última instancia la vivienda tiene como referente natural las necesidades de la gente". "En ese sentido, el país produjo viviendas muy por encima de sus necesidades, no de sus posibilidades", ha aclarado, al tiempo que ha definido la situación actual como "proceso de reconversión".

"NECESITAMOS UN NUEVO URBANISMO"

Una vez superada esta fase, Ezquiaga ha asegurado que "necesitamos un nuevo urbanismo no sólo porque el que tenemos ahora mismo tiene muchos problemas, sino porque nos encontramos ante nuevas ciudades más integradas donde las voces conviven".

Igualmente, ha señalado que las leyes que soportan el urbanismo "se están quedando cortas" porque la sociedad "ha crecido en problemas y complejidad", por lo que ha considerado que "estamos en un momento en que hay que cambiar la perspectiva de lo posible", como sucedió en la década de 1950, en la que se aprobó por primera vez en España una Ley del suelo.

Por este motivo, ha reivindicado que en la actualidad "tenemos que ampliar la agenda con la defensa del Patrimonio y la ciudad existente, la reconversión y regeneración o reciclaje de los barrios más antiguos o medios de cohesión social --equipamientos de nueva generación más allá de guarderías y centros de salud--".

Al mismo tiempo, ha criticado que en España "no nos hemos puesto del todo al día con respecto a lo heredado", por lo que hay un déficit de adaptación de las ciudades a las personas con discapacidad o movilidad reducida y cree que "hay que repensar toda la ciudad" pensando en estos colectivos.

"EL CAMBIO CLIMÁTICO OBLIGA A REPENSAR LA CIUDAD EN SU CONJUNTO"

Asimismo, ha recordado que hace sesenta años las ciudades y el campo "eran muy distintos y había una diferenciación" entre lo urbano y lo no urbano, mientras que en la actualidad esta distinción no está tan clara y "nos obliga a cambiar los conceptos clásicos de los límites entre la ciudad y el campo".

Además, ha señalado que el cambio climático "obliga a repensar la ciudad en su conjunto" para "no seguir agravando el problema porque en pocos años la mayoría de la población vivirá en las ciudades" porque la ciudad "es responsable de la mayoría de gases de efecto invernadero".

Debido a esto, ha defendido que "tendremos que ampliar" los temas que formaban parte de la agenda "tradicional" del urbanismo, no ciñéndose sólo a los planes de crecimiento y las negociaciones entre ayuntamientos y promotores inmobiliarios. "El urbanismo, además de tener estos contenidos, debe tener preocupaciones más básicas. El urbanismo es el momento de planificar bien el sistema transporte de la ciudad, de integrar la ciudad y el medio ambiente, es el momento de tomar medidas que ayuden a la cohesión social", ha manifestado.

"NO ES NECESARIO INVENTAR CIUDADES, SINO MEJORAR LAS QUE TENEMOS"

Ezquiaga, que ha sostenido que el nuevo urbanismo debe tratarse desde un punto de vista multidisciplinar que toque ámbitos como la geografía, el Patrimonio o la sociología, también ha remarcado que, a su juicio, "la nueva ciudad se va a hacer dentro de la ciudad existente" porque, por ejemplo, "las viviendas --de la década de los '50 del año pasado-- no tienen las condiciones de habitabilidad que ahora pedimos".

Por todo ello, este arquitecto, que ha recibido en cuatro ocasiones el Premio de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid (1986, 1989, 1995 y 1997), ha incidido en que en la actualidad la "prioridad" no es la de construir nuevas ciudades en Europa --y tampoco en África, Asia o América por el "enorme coste" de las infraestructuras, ha añadido--, sino que el concepto es el de la "desconcentración del desarrollo urbano de las megalópolis", que en el caso de Europa "no crecen ahora mismo al ritmo de los años 1960 ó 1970".

"Por tanto --ha concluido--, no es necesario tanto inventar nuevas ciudades distintas, sino concentrar toda nuestra inteligencia en mejorar las que tenemos. No necesitamos un nuevo Santander, sino mejorar la ciudad que ya está, que se relacione mejor con las ciudades contiguas del ámbito metropolitano, que se reequipe y modernice en sus infraestructuras y espacios públicos poniendo al ciudadano en cabeza".