El hombre que perdió el ojo dice que el acusado le dio "a muerte" y éste que solo iba a quitarle la azada

Los acusados de agredirse y el agredido, sentados en el banquillo
EUROPA PRESS
Europa Press Cantabria
Actualizado: martes, 14 enero 2014 13:51

SANTANDER 14 Ene. (EUROPA PRESS) -

El hombre que perdió el ojo tras una pelea con un vecino ha negado que esgrimiera la azada con la que estaba sembrando cebollas y ha asegurado que el chico le dio un golpe "a muerte". Por su parte, el joven ha relatado que la víctima le lanzó tres azadazos y que, tras esquivar los dos primeros, con el tercero enganchó la herramienta y se inició un forcejo entre ambos, con la "intención" de quitarle la azada, "nunca" de "darle".

Así, Eloy P.M. no sabe si dio a Antonio G.L. con el mango o con el 'culo' de la herramienta. Y aunque ha admitido que es "evidente" que el hombre perdió el ojo por la reyerta, ha manifestado que "no quería que pasase eso".

Procesado y perjudicado se han expresado en estos términos durante el juicio que se ha celebrado este martes en la Audiencia Provincial de Cantabria, que ha quedado visto para sentencia. Durante la sesión, la fiscal ha rebajado de siete a seis años la pena de cárcel solicitada para el acusado, al aplicar la atenuante de reparación del daño causado, pues el chico ha consignado más de 56.800 euros para indemnizar a Antonio G.L. por las lesiones causadas.

Por su parte, la acusación particular mantiene en diez años la petición de prisión, en tanto que la defensa pide ahora que se condene a su patrocinado "como mucho" a un año de cárcel por estos hechos, que ocurrieron el 2 abril de 2010 en Cartes.

Durante su declaración ante el juez, el hombre que perdió el ojo ha asegurado que ese día estaba sembrando unas cebollas con la azada y que el chico entró en su finca insultándole. Según su versión, le dijo que se fuera a casa porque él no se "mete con nadie" y aunque no esgrimió "nunca" la herramienta -ha dicho-, el joven le propinó un golpe que "casi" le deja "muerto". "Me dio a muerte", ha apostillado.

Por su parte, el acusado ha relatado que había estado limpiando las hierbas de su propiedad y , mientras, el vecino le estuvo llamando "chuca, chuca" y "siseando", "como si fuera un gato", algo que -ha destacado- venía haciendo desde hace "bastante tiempo".

Cuando salió a tirar la basura y pasó por la finca colindante pidió explicaciones a su vecino, que se había acercado a la carretera, al entender que le había estado "provocando". Según su versión, Antonio G.L. se puso "como un energúmeno" y le lanzó tres azadazos. El joven ha dicho que esquivó los dos primeros, y ante el tercero agarró la azada con la intención de quitársela, "nunca de darle". Así, aunque reconoce que es "evidente" que el hombre perdió el ojo por la reyerta, ha manifestado que "no quería que pasase eso".

Contenido patrocinado