Actualizado: viernes, 12 noviembre 2010 12:53

SANTANDER, 12 Nov. (EUROPA PRESS) -

La secretaria regional del PP, María José Sáenz de Buruaga, cree que el presupuesto sanitario de 2011 "sepulta el reto de la excelencia, conduce a la decadencia asistencial y sitúa el sistema sanitario cántabro al límite de su capacidad de resistencia, al borde del crack".

Su visión no tiene nada que ver, sin embargo, con la del consejero de Sanidad, Luis Truan, quien reconoce que hay que apretarse el "cinturón", pero niega que esto sea "el Apocalipsis ni mucho menos" y garantiza que se mantendrán las prestaciones y la calidad.

En su comparecencia ante la Comisión de Economía y Hacienda del Parlamento para presentar los presupuestos de su departamento para el próximo año, Truan ha explicado que la Consejería de Sanidad gestionará en 2011 un presupuesto de más de 729,7 millones de euros, que baja "por primera vez" (un 8,32%) y hace un ejercicio de contención "sin precedentes", pero con el "reto" de mantener el mismo servicio.

Según dice, no se reducen las prestaciones "ni en calidad, ni en cantidad, ni tampoco en accesibilidad", y la sanidad seguirá funcionando "en los niveles de calidad y cantidad" logrados en los últimos ocho años. Se trata de "ser más eficientes" sin que el usuario lo note y facilitando "unas prestaciones inmejorables, como hasta ahora", ha comentado.

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