TOLEDO, 28 Sep. (EUROPA PRESS) -
Varios de los vecinos que han testificado este martes ante el juez de la Audiencia Provincial de Toledo han declarado que el hombre que apareció muerto en su domicilio de Casarrubios del Monte (Toledo) a finales de diciembre de 2007 alternaba con varias mujeres distintas, por lo que no todos reconocieron a la acusada como su compañera sentimental.
Éste es uno de los argumentos que está utilizando la defensa de la mujer acusada de la muerte de G.G.O, y que juzga un jurado popular como presunta autora de un delito de homicidio, que no considera suficientes las pruebas que señalan a su cliente y que se basan en la aparición de restos de ADN en la casa del fallecido, y no en su cuerpo, puesto que podrían encontrarse también de otras mujeres que habitualmente visitaban la vivienda..
"¿Era frecuente ver a G. con mujeres distintas?", preguntaba el abogado de la defensa a cada uno de los vecinos y miembros del cuerpo de Policía Local que han prestado declaración este tarde, a lo que todos ellos han respondido que sí, salvo los hijos del fallecido, que han asegurado que no mantenían relación con él desde hace años.
Los vecinos declararon que vieron por última vez al acusado el 24 de diciembre, algunos en torno al mediodía y otros más tarde, al anochecer, cuando volvía de hacer compras, mientras que sólo una vecina ha asegurado haber visto desde fuera a la acusada pasadas las 18.00 horas en el interior de la vivienda del fallecido.
Durante la mañana, en su declaración ante el juez, la acusada, que se ha declarado inocente y ha negado haber mantenido una relación sentimental con el fallecido, ha asegurado que el día de los hechos abandonó la casa en torno al mediodía cuando, durante el aperitivo, el acusado le propuso mantener relaciones sexuales tras haber ingerido alcohol. Además, sostiene que el día 31 pasó el día con un hombre en un hotel y tomó las uvas en el hostal en el que residía en ese momento.
Por su parte, para la acusación, el móvil es el dinero, puesto que la víctima había heredado una gran cantidad de dinero unas semanas antes, tras la muerte de su padre, y basa su argumentación en un bloc de notas que le fue incautado a la acusada y que, según la acusación, habla de "una oportunidad perdida", el quedarse con entre 80.000 y 100.000 euros, cifra que coincide con la declarada por los herederos.
"Entendemos que esta libreta vincula a la acusada con los hechos además de la evidencia forense", ha señalado a Europa Press la abogada de la acusación, que sostiene que en la casa de la víctima se han hallado "restos orgánicos, prendas de ella empapadas en sangre, vestigios fisiológicos y pelo con su ADN".
La fiscal, por su parte, ha señalado algunas incongruencias en la declaración de la acusada ante la Policía y en la que prestó ante el juez, puesto que durante la jornada matutina aseguró que se veía con la víctima temporadas de 15 días, mientras que anteriormente sostenía que había vivido con él entre octubre y diciembre.
En su escrito de conclusiones provisionales, el fiscal pide para la mujer un total de 15 años de prisión y que indemnice en la cantidad de 70.000 euros a los dos hijos de la víctima, puesto que sostiene que en una hora indeterminada entre los días 30 al 31 de diciembre, y durante el transcurso de una discusión entre ambos, la acusada cogió una botella de cristal y la estrelló en la nuca de la víctima, causándole una herida contusa con gran destrucción del cuero cabelludo en la región occipital derecha.
A consecuencia del golpe, la víctima quedó semiinsconsciente, saliéndole de la herida gran cantidad de sangre y sufriendo un traumatismo craneoencefálico que fue lo que le causó la muerte al poco tiempo.
Según el escrito de la acusación, tras cometer el delito, la acusada procedió a limpiar la casa para eliminar los vestigios que pudieran quedar del mismo. La mujer, que no padecía ninguna enfermedad mental que le impidiera conocer el alcance de sus actos, está en prisión preventiva desde el 27 de marzo de 2008.
Según el Ministerio Público, la pareja mantenía una relación sentimental desde el año 2006, siendo en los meses de noviembre y diciembre de 2007 cuando la mujer visitó más a menudo el domicilio de la víctima, fruto de lo cual tenía conocimiento de su situación personal y patrimonial.
