MADRID, 12 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Tierra se encuentra justo en medio de la zona habitable de nuestro Sol y es un lugar cómodo para la vida: un clima relativamente estable y la cantidad correcta de calor para el agua líquida.
Pero una nueva investigación está mostrando un escenario radicalmente diferente de los planetas en el borde exterior de la zona habitable de una estrella. Ese límite es un lugar peligroso para la vida, con largas edades de hielo y solamente cortas ráfagas de un clima templado, un escenario que desfavorable para el desarrollo de la vida animal complejo (las formas más simples de vida marina pueden ser posibles, sin embargo).
Este ciclo climático, basado en los tipos de cambio en el ciclo de carbono a largo plazo, ha sido examinado en un trabajo becado por el programa NASA Habitable Worlds. Jacob Haqq-Misra, un científico investigador del Instituto de Ciencia Espacial Blue Marble, es líder en la investigación para averiguar cuando surgen límites de la zona habitable. Un estudio basado en su trabajo será publicado en The Astrophysical Journal. Una versión está disponible en Arxiv.
La investigación de Haqq-Misra se inspiró en un artículo publicado en 2015 en Earth and Planetary Science Letters que exploró lo que ocurre con el ciclo del carbono-silicato en el borde de la zona habitable. La autora principal fue la astrofísica Kristen Menou de la Universidad de Toronto.
Normalmente, un planeta congelado se calentará si tiene volcanes que bombean dióxido de carbono, un gas de efecto invernadero, a la atmósfera. Los glaciares se derriten y el planeta ae convierte en habitable para la vida. Una vez que llega a ese punto, se piensa que el clima planeta se estabilizaría. Pero nuevas investigaciones (como la de Menou) muestran que los planetas con una alta concentración de dióxido de carbono en la atmósfera pueden volver a una edad de hielo.
En ese estado, la superficie rocosa del planeta se erosiona rápidamente debido a la mayor acidez del agua de lluvia que ha estado enriquecida en dióxido de carbono disuelto. Esto es especialmente cierto en un planeta que no tiene plantas. Con el tiempo, las rocas toman tanto dióxido de carbono que el gas es eliminado en gran parte de la atmósfera. El planeta se enfría y el área se congela de nuevo, listo para otra larga edad de hielo hasta que los volcanes puedan enviar suficiente dióxido de carbono a la atmósfera para calentar el clima temporalmente de nuevo, informa Astrobiology Magazine.
"Hemos ampliado esta investigación por el desarrollo de un modelo con la física más realista, y una representación explícita de la condensación del dióxido de carbono, que se convierte en un factor significativo hacia el borde exterior frío de la zona habitable", dijo Haqq-Misra. "También examinamos cómo este comportamiento depende del tipo de estrella madre del planeta."
Al observar los diferentes tipos de estrellas, Haqq-Misra espera que sea más fácil predecir dónde ocurrirán esos ciclos entre glaciación extendida y calentamiento puntual. Esto hace la búsqueda de planetas habitables más eficiente, ya que se podría estimar la habitabilidad basada en el tipo de estrella.