MADRID, 19 May. (EUROPA PRESS) -
La corriente eléctrica transportada por iones energéticos que rodea nuestro planeta se comporta de forma muy diferente a como se pensaba, según revelan las sondas Van Allen de la NASA.
Durante mucho tiempo se ha pesando que la corriente de anillo aumenta y disminuyen con el tiempo, pero las nuevas observaciones muestran que esto es cierto sólo para algunas de las partículas, mientras que otras partículas están presentes constantemente.
Utilizando los datos recogidos por el RBSPICE (Radiation Belt Storm Probes Ion Composition Experiment) en una de las sondas Van Allen, los investigadores han determinado que los protones de alta energía en la corriente de anillo cambian de una manera completamente diferente que los protones de baja energía de la corriente. Esta información puede ayudar a ajustar nuestra comprensión y modelos de la corriente de anillo, que es una parte clave del entorno espacial alrededor de la Tierra que puede afectar a nuestros satélites.
Los hallazgos fueron publicados en la revista Geophysical Research Letters. "Estudiamos la corriente de anillo, ya que, por un lado, impulsa un sistema global de corrientes eléctricas en el espacio y en la superficie de la Tierra, que durante las tormentas geomagnéticas intensas puede causar daños graves a nuestros sistemas tecnológicos", dijo el autor principal del estudio Matina Gkioulidou, físico en el Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins en Laurel, Maryland.
"También modifica el campo magnético en el espacio cercano a la Tierra, que a su vez controla el movimiento de las partículas del cinturón de radiación que rodea nuestro planeta. Eso significa que la comprensión de la dinámica de la corriente de anillo realmente importa para ayudarnos a entender cómo evolucionan los cinturones de radiación también."
La corriente de anillo se encuentra a una distancia de 10.000 a 60.000 kilómetros de la Tierra. A principios del siglo 20, la corriente de anillo se planteó como hipótesis para explicar las disminuciones observadas a nivel mundial en el campo magnético de la superficie de la Tierra, que puede medirse mediante magnetómetros de tierra. Tales cambios en el campo magnético terrestre se describen mediante lo que se llama el índice de Sym-H.
"Anteriormente, el estado de la corriente de anillo había sido deducido de las variaciones del índice Sym-H, pero resulta que esas variaciones representan la dinámica de sólo los protones de baja energía," dijo Gkioulidou. "Cuando nos fijamos en los datos de protones de alta energía desde el instrumento RBSPICE, sin embargo, vimos que se estaban comportando de una manera muy diferente", comentó.
Las sondas de Van Allen, lanzadas en 2012, ofrecen a los científicos la primera ocasión en la historia reciente para controlar continuamente la corriente de anillo con instrumentos que pueden observar los iones con una gama muy amplia de energías. El instrumento RBSPICE ha capturado los datos detallados de todos los tipos de estos iones energéticos durante varios años.