La Audiencia condena a 19 años de cárcel al acusado de matar a su exnovia de 47 puñaladas en Orihuela

Actualizado: lunes, 6 agosto 2012 21:19

ALICANTE, 6 Ago. (EUROPA PRESS) -

Una magistrada de la sección séptima de la Audiencia de Alicante ha condenado a 19 años de prisión a Alan M.D., como responsable del asesinato de su exnovia a la que asestó 47 puñaladas el 29 de mayo de 2009 en su domicilio de la localidad alicantina de Orihuela. Así lo ha decidido en aplicación del veredicto del jurado que consideró al acusado, de nacionalidad inglesa, culpable del crimen, en el que concurren las agravantes de abuso de superioridad y parentesco.

Asimismo, la magistrada le condena a indemnizar con 80.000 euros a los padres de la fallecida, irlandesa y de 21 años en el momento del crimen, y con otros 35.000 al hermano. El jurado no consideró acreditado que, de haber realizado el acusado un consumo de drogas y alcohol como alegó, hubiera mermado sus facultades ni que obrara bajo un estado pasional de celos y venganza hacia la víctima, sino que era "plenamente consciente" de lo que hacía.

El jurado popular consideró probado que en la mañana del 29 de mayo de 2009, el procesado asestó 47 puñaladas a la víctima en distintas partes del cuerpo cuando la joven acudió a verle a su casa en la urbanización Aguamarina, para pedirle que dejara de acosarla, como había hecho desde que ella había roto la relación unos días antes. De las puñaladas, ocho afectaron directamente a órganos vitales como pulmones, hígado y estructuras vasculares.

Posteriormente, el acusado intentó deshacerse del cuerpo de su exnovia, primero metiéndolo en una maleta y, al no conseguirlo, lo envolvió en plásticos y lo ocultó bajo un sofá. A continuación, limpió el apartamento y prendió fuego a su propia camiseta y otros efectos de la víctima en la Rambla de la Dehesa de Campoamor. El acusado fue detenido en Oliva (Valencia) tras una persecución policial tras verse implicado en un accidente.

ENSAÑAMIENTO

La magistrada destaca en la sentencia que Alan "no solo realizó el mal del delito sino también otros adicionales, asimismo queridos, recreándose en el plus de sufrimiento" generado a su exnovia, a la que además tenía sujetada por el cuello, por lo que su acción se hizo "con saña" y también con "ensañamiento", de acuerdo con el sentido recogido en el Código Penal.

Según la sentencia, la intencionalidad homicida se desprende de las relaciones entre víctima y acusado; de la elección del medio empleado para el crimen; de las lesiones sufridas; del espacio y lugar donde la mató, y de la conducta posterior del autor, que se puso a limpiar el apartamento y que fue interrumpido por la visita inesperada de su propio padre y familiares de la víctima que la estaban buscando y que fueron los que vieron el cadáver.

Asimismo, ha tenido en cuenta declaraciones de testigos que oyeron los gritos "horribles" de la joven y de los familiares, que lo sitúan en el lugar del crimen y que lo vieron huir, aunque él en su declaración en el juicio aseguró no recordar nada y que se había despertado en la cocina con la joven a su lado.