VALENCIA 6 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Fundación Chirivella Soriano ha querido explorar la dualidad con la que el ser humano percibe la vida, el arte, e incluso el pensamiento científico y simbólico, a través de una muestra de 41 obras donde diversos artistas de ámbito nacional contraponen las connotaciones del blanco y negro para plasmar desde la visión del individuo aislado o en sociedad y la protesta antifranquista, hasta monstruosas imágenes románticas, la destrucción frente al amor, o la armonía dentro de un sistema de estructuras.
Bajo el título de 'Blanco/negro, sujeto, espacio y percepción', creadores que van desde los mediados del siglo XX hasta nuestros días se sirven de la simbología de estos colores, que "se incorporaron en el arte español en la vanguardia de los años 50 con un papel fundamental para la construcción de los ambientes simbolistas de la España trágica, así como para las protestas ideológicas y sociales de las décadas de los años 60 y 70", explicó hoy el comisario Joan Robledo, durante la presentación de la exposición.
Una serie de frases de conocidos personajes que van desde filósofos como Aristóteles hasta artistas modernos, preceden la selección de cuadros con sugerentes textos escritos en blanco sobre negro, e invitan a pasar del vestíbulo para admirar como los autores se plantearán "observar la realidad como sujeto, como ser creador que la transforma con su percepción" y trabajarán el espacio y la luz únicamente con dos colores, y la escala de grises que ofrecen.
El recorrido por las 41 piezas supera la lectura puramente cronológica que partiría de la posguerra para distribuirse en cuatro grandes áreas temáticas que arrancan con 'El preludio blanco', una selección de "síntesis blanca" que "parte de la expresión mínima para conseguir la expresión máxima", --utilizada en la arquitectura moderna--, y que muestra la introducción del blanco en la paleta cromática, indicó Robledo.
Le sigue 'Individuo, sociedad, aislamiento', con la visión del ser humano tanto en su relación con los demás como en solitario. Así, una primera parte recuerda las protestas reivindicativas de los años 60 y 70 frente al franquismo, en un blanco y negro que se aproxima al "realismo social" de las imágenes de los medios de comunicación, fundamentalmente en los periódicos y la televisión, subrayó.
Por el contrario, una serie de "representaciones monstruosas" del ser humano que recuerdan a la estética del Romanticismo literario y cinematográfico muestran a la persona sola, aislada, entre trazos oníricos, difuminados, que recuerdan a "un mal sueño", como "pasajes turbadores del inconsciente del artista", agregó el comisario.
Una tercera área temática de la exhibición manifiesta la polaridad entre 'La destrucción y el amor', o la creación y la muerte, "dos identidades irreconciliables", puntualizó. Siempre con una manifiesta "tensión entre la luz y la oscuridad", entre estas obras se descubren heridas de amor, su contraposición con la muerte, y se repasan sus memorias desde la infancia, ejemplificó el responsable de la selección.
Por último, todas estas reflexiones se cierran con 'La armonía de los contrarios' que plantea una dualidad "dentro de un sistema de estructuras de módulos", casi "matemático", que donde los colores tratan de "crear un efecto en el espectador", concluyó Robledo.
VALORES ARTÍSTICOS FRENTE A LA CRISIS
El presidente de la Chirivella Soriano, Manuel Chirivella, manifestó que con esta exposición la fundación pretende "mostrar el arte contemporáneo y que el arte contemporáneo sea algo habitual y cotidiano en nuestras vidas, señaló. Animó a visitarla ya que, según dijo, en momentos de "crisis económica y espiritual" como éste, "si nos amparamos en el arte moderno y en sus valores, a lo mejor superaremos la crisis", sugirió.
En la misma línea se pronunció el subsecretario de la Conselleria de Cultura, Carlos Precioso, que insistió en que la "promoción de los valores ayudará a superar las crisis espirituales".