ALICANTE, 7 Jun. (EUROPA PRESS) -
Agentes de la Policía Nacional han detenido en la localidad de Elche (Alicante) a un varón de 35 años de edad como presunto autor de un delito de hurto. El detenido, junto con otra persona, utilizó el método conocido como "siembra" para sustraer a un varón la cantidad de 500 euros tras salir de una sucursal bancaria.
Los hechos fueron puestos en conocimiento tras una llamada a la sala CIMACC 091, en la que se comunicaba que varios ciudadanos estaban persiguiendo a un varón que al parecer había cometido un robo, según ha indicado Jefatura en un comunicado.
Una patrulla de seguridad ciudadana se personó en la dirección indicada y, a su llegada, observaron cómo varios ciudadanos tenían retenido a un joven, que resultó ser el presunto autor de los hechos. Tras entrevistarse los agentes con la víctima, este les manifestó que momentos antes, a la salida de una sucursal bancaria, se dirigió a su vehículo y una vez a bordo del mismo, una mujer le tocó la ventanilla para advertirle que había chinchetas detrás de su coche.
Al bajarse a comprobarlo, observó a otro varón que abría la puerta del copiloto y le sustraía un sobre con 500 euros y diversas tarjetas. Al percatarse de lo sucedido, fue tras el presunto autor, que huyó a la carrera. La víctima consiguió darle alcance gracias a la ayuda de los viandantes, testigos de lo ocurrido.
Una vez detenido, los agentes realizaron varias batidas por las calles adyacentes con el fin de localizar a la mujer que lo acompañaba, pero no fue localizada por los alrededores.
El detenido, tras la práctica de las diligencias policiales, ha sido puesto a disposición del juzgado de instrucción de guardia de la localidad de Elche. La investigación continúa abierta con el fin de localizar a la mujer, cómplice del detenido, que distrajo a la víctima para llevar a cabo el ilícito penal.
Este método, conocido como timo de 'la siembra', suele ser cometido en grupo con un claro reparto de tareas. Uno de los autores realiza funciones de vigilancia a las víctimas en cajeros, sucursales bancarias, supermercados o centros comerciales y las marca para que el resto realice su seguimiento.
De esta manera, el grupo criminal se asegura siempre que la persona que sufre el hurto porta dinero u objetos de gran valor. A continuación, en las inmediaciones de la entidad bancaria, o tras seguir a la víctima hasta un parking o gasolinera, otro de los autores deja caer varios billetes al lado de la víctima y le increpa diciéndole que son suyos y que se le han caído. Cuando la víctima se agacha para recogerlos, la persona que le avisa o un tercero aprovecha para sustraerle tarjetas y objetos de valor que la víctima ha dejado descuidados ante la premura por recoger los billetes.