El director del Museo de Bellas Artes defiende que una futura ampliación "no debería dislocar el edificio"

El director del Museo de Bellas Artes de Valncia, Pablo González Tornel.
El director del Museo de Bellas Artes de Valncia, Pablo González Tornel. - JORGE GIL/EUROPA PRESS
Publicado: domingo, 24 julio 2022 12:17

   VALNCIA, 24 Jul. (EUROPA PRESS) -

   El director del Museo de Bellas Artes de Valncia, Pablo González Tornel, asegura que una futura ampliación de los espacios de la pinacoteca "no debería dislocar" el edificio, sino integrarse en el mismo, ya que es la solución más "lógica" si se quiere establecer un diálogo coherente de los fondos y el patrimonio histórico.

   En este sentido, ha puesto como ejemplos las actuaciones en el Museo del Prado o en el Museo de Bellas Artes de Bilbao. González Tornel ha realizado esta reflexión, en una entrevista concedida a Europa Press, al ser preguntado por la posibilidad de aumentar la superficie del museo y, en su caso, de hacerlo en el mismo edificio o en algún otro inmueble diferente.

   El director se ha mostrado favorable a no "dislocar" el Bellas Artes en diversas sedes y ha señalado que la necesidad más acuciante que tiene la pinacoteca es la de exponer algunas piezas que se encuentran en almacenes, sobre todo de pintura de los siglos XIX y XX.

   En este punto, el director se ha referido también a la futura museografía del museo --de gestión autonómica y titularidad estatal-- y ha comentado que "el horizonte de financiación ministerial está vinculado siempre a dos elementos que se anunciaron en su día: la reforma del entorno y la renovación del plan museográfico de la institución". "Uno detrás de otro", ha precisado.

   De este modo, lo que ha "ralentizado" la operación es que para poner en marcha esta concatenación de acciones había que llegar a un acuerdo entre el Ayuntamiento de Valncia y el Ministerio que permitiera la permuta de los terrenos y esto se ha hecho hace poco más de diez días.

   El objeto del acuerdo al que finalmente se ha llegado es el cambio de calificación de los terrenos del Museo de Bellas Artes y su entorno. En concreto, consiste en la recalificación de los terrenos situados detrás de la valla del museo que limitan con la Volta del Rossinyol, que pasarán de uso educativo-cultural a espacio libre de uso público, afectando a una superficie total de unos 2.500 m2.

   "A partir de ahora ya se puede empezar. La idea es sacar a concurso la elaboración del proyecto, una vez tenemos claros los terrenos, las lindes etc. Una vez esté elaborado y calibrado se debe incluir dentro de un presupuesto de un ejercicio", ha enumerado el director.

   Para González Tornel, es también muy importante pacificar la circulación de vehículos y permitir el paso de peatones hacia la entrada principal y por ello apuesta por crear plazas, habilitar al menos dos pasos de cebra con semáforos y "renunciar a que la velocidad del tráfico entre dos puntos sea la prioridad".

"RELACIÓN FLUIDÍSIMA"

   Por otro lado, el responsable de la institución cultural ha resaltado la "amigable, fluidísima y siempre constructiva" relación que mantiene con el Ministerio de Cultura, así como la buena sintonía con Presidencia y la consellera de Cultura de la Generalitat.

   Aquí ha abogado por "trabajar todos juntos de la mano, haciendo caso de los técnicos, para mejorar el museo y dar respuesta a sus necesidades".

   En este sentido, ha considerado que el hecho de que el Bellas Artes tenga mayor visibilidad es "bueno porque lo pone sobre la mesa y hace que las diferentes partes que deben tratar de mejorar su futuro detecten que hay una serie de problemáticas que hay resolver" y que, según ha detallado, pasan por la personalidad jurídica, la dotación de personal y un presupuesto ajustado a la importancia de sus fondos.

   Precisamente, interrogado por la política de adquisiciones del museo, ha reconocido que, por su configuración jurídico-administrativa, tiene un margen de maniobra reducido de compra de obra con cargo a su propio presupuesto y, además, "no particularmente ágil".

   Por ello, se ha mostrado partidario de que el museo pudiera disponer de autonomía para realizar compras, siempre fundamentadas en los criterios técnicos, ya que son ellos quienes conocen las carencias y las necesidades, y supervisadas por todos los controles preceptivos y auditorías.

   Con este objetivo, sería posible elaborar una ley que atribuyera al museo la decisión finalista de algunas cuestiones, lo que le dotaría de "muchísima agilidad".

   Una posible fórmula sería elaborar una norma de tipo administrativo que construya una configuración en la que todas las administraciones --Estado y comunidad autónoma-- se sientan representadas y que no contravenga ninguna normativa ni estatal ni autonómica.

   En todo caso, el director insiste en que esto no debería diseñarse desde un gabinete jurídico, sino partir de los técnicos y darle una forma de "norma de gestión".