Juzgan a un hombre acusado de disparar a su hijo y de almacenar pistolas y munición para armas de guerra

El hombre, que se enfrenta a 13 años de cárcel, niega los hechos, mientras que la Policía declara que los reconoció en un principio

Ciudad De La Justicia
EUROPA PRESS
Europa Press C. Valenciana
Actualizado: martes, 10 mayo 2011 15:49

VALENCIA, 10 May. (EUROPA PRESS) -

La sección segunda de la Audiencia Provincial de Valencia ha juzgado este martes a un hombre acusado de disparar a su hijo, de 30 años, con un rifle tras una discusión. Además, almacenaba en su domicilio del municipio valenciano de Torrent un total de 12 pistolas, seis revólveres, 2.395 cartuchos, 1.851 vainas y 1.567 balas sin percutir.

El hombre se enfrenta por estos hechos a una pena de 13 años de prisión --tal y como solicita el ministerio público-- por un delito de lesiones con la circunstancia agravante de parentesco, y por otro de depósito de municiones de guerra. Inicialmente, también le acusaba de un delito de depósito de armas, pero éste ha quedado subsumido por el tipo agravado del segundo delito, con el que guarda relación.

El incidente tuvo lugar sobre las 17.30 horas del 25 de marzo de 2005, en el cruce de las calles San Cayetano y Santísimo Cristo de la Fe de Torrent. El hombre ha explicado que ese día estaba en su casa viendo la televisión junto a su mujer y "de repente" escucharon un ruido fuera. Salieron, y a escasos metros vieron a su hijo "tirado en el suelo".

A los pocos segundos llegó al lugar de los hechos una patrulla de Policía, que cogió al joven, lo subió en el coche y lo trasladó hasta el hospital. Ha indicado que cuando salieron a la calle "no había nadie", y su hijo, al preguntarle por lo que le había ocurrido, no le comentó nada. El hombre, que se dedica a la venta ambulante, ha reconocido que tenía problemas con el joven por "temas de droga", pero "es mi hijo por encima de todo", ha puntualizado.

También ha afirmado que a los pocos días del incidente, cuando se personó la Policía en su vivienda, le mostró la colección de armas que guardaba bajo llave en un armario del dormitorio principal. Al ser preguntado por la fiscal si en este momento reconoció a los agentes que había sido el autor del disparo, ha señalado que les dijo: "¿qué queréis, que diga que he disparado a mi hijo?".

Sin embargo, frente a esta versión, cuatro de los agentes que realizaron el registro han indicado en su declaración ante el tribunal que el hombre les pidió que "lo dejaran todo" porque les iba a entregar lo que iban buscando. Entonces, abrió un armario y sacó un rifle. Tras ello, les dijo: "esto es lo que utilicé cuando disparé a mi hijo".

Luego cerró rápidamente el mueble, y estuvo reticente a volver a abrirlo, a pesar de reclamárselo los agentes. Transcurridos unos momentos, cedió y en el interior hallaron varias armas manipuladas y algunas de ellas recargadas.

Sobre este asunto, el acusado ha explicado que tenía licencia de armas y que era un aficionado al tiro olímpico. Ha señalado que también albergaba munición de guerra porque se la vendió un guardia civil junto a uno de los rifles, pero ha puntualizado que él no la buscaba. Tras ello, ha dicho que inutilizó el arma porque "se quedó sin munición, ya que la que tenía no la podía usar".

Al ser preguntado por el hecho de que tuviera armas prohibidas modificadas y en condiciones de disparar, ha indicado que las guardaba porque era una cosa suya "particular". Ha negado que se dedique a vender este tipo de armas ya que, ha insistido, "eran para mi gusto particular". También ha afirmado que tenía tanta munición porque iba al tiro olímpico tres veces por semana y cada día gastaba unas 150 ó 200 balas; y que guardaba un torno --utilizado para modificar las características de las armas de fuego-- en el garaje porque se lo trajo su cuñada, pero que no entiende "de tornos ni de nada".

"REALIDAD E IMAGINACIONES"

La víctima, que no reclama nada contra su padre, ha expuesto en el juicio que no recuerda "muy bien" lo que pasó el día que recibió el disparo en la pierna izquierda porque estaba "super drogado" y no sabía distinguir entre la realidad y las imaginaciones. Ha señalado que cuando estaba en el hospital, le dijo a un agente que no sabía lo que le había pasado, y le remitió a su padre. "No sentí ni dolor con el disparo por las drogas", ha comentado.

Por su parte, la mujer del acusado ha indicado que se encontró a su hijo "en el suelo". "Sólo estaba el chico, tirado en el suelo, nadie más", ha aseverado. Ha indicado que esa noche el joven había dormido en casa porque había discutido con su mujer, y ha matizado que la relación que mantenía con su esposo era "maravillosa".

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