VALENCIA, 22 Oct. (EUROPA PRESS) -
El número de personas sin recursos a las que el fraile capuchino Conrado Estruch, de 83 años y natural de la localidad valenciana de Ador, dispensa alimentos mensualmente en Valencia ha pasado de un centenar a 195 en un año, como consecuencia de la crisis económica, que "está haciendo que cada vez vengan más familias a pedir ayuda", señaló el religioso.
Según informó el Arzobispado en un comunicado, los beneficiarios, que son la mayoría inmigrantes, aunque "cada vez hay una mayor proporción de valencianos", reciben los alimentos una vez al mes en el convento capuchino de San José de Valencia, donde el religioso valenciano ejerce, además, como portero. Además, comentó que en los últimos meses, también "ha aumentado notablemente" el número de personas que piden ayuda para pagar un recibo de luz o de agua.
En la obtención y el reparto de los alimentos para ayuda a familias sin recursos, colabora desde hace dos décadas la asociación Amigos de San Antonio, fundada por el propio religioso hace cerca de 40 años.
Para obtener las ayudas, las familias acreditan con un documento firmado por sus parroquias de origen su "condición de necesidad", explicó Estruch, quien añadió que desde Cáritas también les derivan a muchas personas.
Entre otras iniciativas impulsadas también por el capuchino valenciano se encuentra la organización anual de una exposición benéfica de belenes elaborados por él mismo a partir de materiales de desecho. Los donativos obtenidos por la adquisición de los nacimientos se destinan a las mismas familias sin recursos atendidas por la asociación Amigos de San Antonio.
Asimismo, una parte de lo recaudado se envían también a la Casa Cuna Santa Isabel, la asociación Provida, así como a conventos de clausura de Valencia y a misioneros de la orden capuchina en Guinea Ecuatorial, Bolivia, Colombia y Honduras.
