Actualizado: miércoles, 21 abril 2010 13:58

Espera "que se mueran" las demandas presentadas por la ACB ante la Comisión de Competencia de la UE y el TAS


MADRID, 21 Abr. (EUROPA PRESS) -

El director ejecutivo de la Euroliga, Jordi Bertomeu, abogó por reducir a un máximo de 14 equipos las competiciones domésticas, incluida la ACB, y a 56, las europeas, considerando que no debe ser menor al actual el número de participantes en la Euroliga, pero sí en las otras dos, que deberían convertirse sólo en una.

"Debemos crear sistemas más estables y controlados de competición, que el mérito deportivo no sea el único elemento a tomar en cuenta para clasificarse", sentenció, en su ponencia en los 'Desayunos Deportivos de Europa Press', patrocinados por ADO, Cajastur, Repsol, Mondo y Oca.

Por eso, considera imprescindible "abordar la reducción de las competiciones nacionales, porque más de 14 equipos no tienen sentido" y "esto permitiría mayor calidad y control del gasto".

Además, opina que se debe "trasladar el mismo discurso a las competiciones europeas", rechazando que haya tres y con 110 equipos, como sucede actualmente, y considerando que debe haber "un máximo de 2 y de 56 equipos".

"Sé que son medidas impopulares, pero me parecen imprescindibles", sentenció, aunque dejando caer que "tiene sus dudas de se que tenga que reducir la Euroliga" porque "los proyectos de calidad se verían cercenados y nunca se debe cortar por la calidad, sino por donde no hay equilibrio".

Por eso, y como hizo la UEFA (haciendo desaparecer la Recopa), cree que el concepto es que sólo exista una más, porque "más de 56 equipos en Europa, sobre la base de los datos que existen, no tienen mucho sentido, ya que se van a forzar economías y situaciones que no tienen futuro".

Así, y reforzado por sus estudios, asegura que se siente "con ánimos de proponer en público" esas ideas --"escribir la carta a los Reyes Magos"-- y espera que tanto desde ACB como de FIBA puedan llegar a un consenso. "Si la ACB hace una valoración de que con 18 están mejor que con 14, tendrán sus datos, pero creo que el camino de reducir es el correcto", dijo.

"Estamos viendo realidades y me parece difícil que en la situación actual hagamos las cosas que hace 20 años. No creo que sea malo para la ACB, tengo la responsabilidad de dirigir las dos competiciones europeas y eso me lleva más allá de mis sentimientos a hacer lo mejor para el grupo para el que trabajo y eso es lo que he hecho", señaló quien hace años fuera uno de los fundadores de la ACB.

Sin embargo, sí es cierto que el conflicto existe, como lo demuestran las demandas presentadas el pasado mes de julio ante la Comisión de Competencia de la Unión Europea y ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo, demandas sobre las que se mostró contundente: "Espero que se mueran".

"Hubiera deseado que no estuvieran, pero no me plantean preocupación, se verá el recorrido que tendrán", dijo, señalando que no le plantean un "sentimiento de fracaso" y que su relación personal con el presidente de la competición doméstica española, Eduardo Portela, es buena.

De hecho, considera que cuenta con el respaldo de los clubes, que son los que "impulsaron este acuerdo". "No, no veo por qué ese proceso va a cambiar el resultado de los clubes (de la votación 31-1 en 2000). No se puede pensar que los equivocados son los 31. Nadie puede ser obligado a hacer nada que no quiera. Y los clubes van siempre a decir lo que quieren hacer, más allá de lo que se les pueda imponer", argumentó.

"NO HABRÁ SEIS ESPAÑOLES EN LA EUROLIGA".

Además, cimentó la necesidad de utilizar "modelos más estables" para que tanto las inversiones como el mérito deportivo "estén protegidos". "Hay que afrontar un sistema de licencias, lo que significa que cada club sepa los requisitos para participar en las competiciones".

"Un sistema cerrado, no en lo deportivo, pero sí de controles y reglas, orientando al club en una economía saneada. Nadie invierte en la ruleta rusa y debemos entender necesaria la posibilidad de proyectos estables a largo plazo para que el inversor tenga retorno, no sólo en el caso económico. Racionalizar los calendarios, menos eventos, pero de mayor calidad", añadió.

Estas "reglas" deben ser las que rijan el futuro de las competiciones, aunque eso suponga que el finalista de la ACB se tenga que quedar fuera de la máxima competición europea, "Hay muchos países donde el subcampeón no la juega. No hay sitio para todos. Lo complicado sería decirle que no al campeón", sentenció.

"Es una queja en toda Europa de por qué España tiene tantos equipos. Al que es subcampeón y no juega hay que explicarle las reglas", reiteró, recalcando que la ACB "no debería tener más de cinco equipos", problema si ganará la competición un equipo sin licencia (Barcelona, Real Madrid, Caja Laboral y Unicaja), ya que Power Electronics Valencia está clasificado por ser el campeón de la Eurocup.

"No puede haber más de cinco equipos españoles en la Euroliga, en el hipotético caso de que se dé, porque no estamos para hablar de ciencia ficción, estoy convencido de que se tomará la decisión correcta", aseguró.

Otro problema sería el asunto de los Pabellones, ya que, por ejemplo el Palau Blaugrana, donde el Regal FC Barcelona disputa sus partidos, no contaría con la capacidad necesaria según la reglamentación futura. "Estamos siguiendo los casos uno a uno. El Barça tiene un proyecto que lleva años estudiando. Tienen asumido que el club para crecer necesita otro pabellón y supongo que trabajarán en esto".