MAJADAHONDA (MADRID), 13 (EUROPA PRESS)
El entrenador del Atlético de Madrid, Javier Aguirre, aseguró que su gran preocupación para el partido de vuelta de la Copa del Rey ante el FC Barcelona es la de ofrecer una buena imagen, tras el mal juego desplegado en los tres primeros encuentros de este año, que se han saldado con derrotas.
"Me preocupa que mañana no demos una buena imagen, sea como sea el resultado. Quiero que demos la sensación de un equipo que quiere agradar, recuperar sus valores, luchar y vender cara la derrota. Queremos dar una buena imagen", explicó el mexicano, que apuntó que el vestuario "está con ganas de salir de la mala racha, cabreado, pero con ilusión", buscando "la heroica" mañana.
Por eso, el 'Vasco' es consciente de que mañana tendrán que "ahogar al Barcelona". "Es difícil meter mano al Barça y más cuando tienes que hacer tres goles. No descubro nada, es más complicado aún, pero no podemos arrojar la toalla, tenemos ganas, más que de contra el Barça, contra nosotros. Hemos hablado y se dijeron muchas cosas, el equipo es consciente de que en el terreno de juego es donde hay que demostrar el cambio y las ganas de ganar", aseguró.
Para el duelo de mañana, Aguirre no llevará a Forlán, que descansa por decisión técnico. "Descansa porque lo he decidido, es uno de los derechos que tengo, dar minutos a los que creo que deben descansar", confesó, al tiempo que recupera a Agüero, que tiene "una lesión rara y depende del umbral del dolor del jugador".
REUNIÓN CON CEREZO
Por otro lado, la principal noticia en el entrenamiento matinal fue la reunión de casi una hora con el presidente Enrique Cerezo que fue para motivar a la plantilla y "no tirar el partido de mañana". "Que sigamos en Liga con nuestro objetivo, que es estar entre los cuatro primeros, a hacer un esfuerzo y lograrlo. Nos invitó a que en la 'Champions' hagamos las cosas bien. Vino a eso", afirmó.
Aguirre ve bien este tipo de reuniones porque permite que "el jugador se siente arropado por su presidente". "Estamos mal y seríamos cínicos si no lo admitiéramos. Estamos jugando mal, no salió nada y el 'presi' vino a eso, a que peleemos mañana en la Copa y que pase lo que pase en Almería dejarse la piel y la segunda parte de la Liga afrontarla con profesionalidad, lo que merece el Atlético, nada más", recalcó.
"Está claro que los directivos tienen ese derecho de llamarnos a pedirnos cuentas a mí, a mi gente y a los jugadores. Están ejerciendo ese derecho, ya lo habían hecho esta temporada aunque a veces trasciende y otras no. Fluye la comunicación de arriba hacía abajo", subrayó sobre las reuniones tanto con Cerezo como con Miguel Angel Gil Marín.
"Siempre se recurre a los tópicos, que pueden llegan a ser verdaderos. Si me enojo con mi mujer es difícil que le diga a mis hijos por qué me enfadé. Qué gano yo si hablo con el vestuario o algún jugador y luego lo digo a la prensa, no creo que sea de interés general. El presidente vino a manifestar su apoyo en un momento difícil, está con nosotros, nos recordó los objetivos. Los detalles no se los voy a contar", apuntó.
Respecto a su situación personal, tras ser cuestionado por la afición en los últimos partidos, reconoció que estaba tranquilo. "Es parte de mi profesión, que tiene sus cosas buenas, pero también tiene su cara amarga o 'B', no todo es miel sobre ojuelas. Cuando vine ya sabía lo que significaba la paciencia de este club, la gente con la inversión se genera ilusión y la cabeza visible es el entrenador de cómo juega. No le van a gritar al vecino o al de la radio", afirmó.
Por último, eludió pronunciarse sobre las declaraciones de Maradona en las que invita a Agüero a irse al Inter de Milán. "No tenía ni idea. Cada uno puede decir lo que quiera. Yo lo de las declaraciones soy muy respetuoso, no soy nadie para juzgar a nadie", concluyó.