VALENCIA 4 Jun. (EUROPA PRESS) -
El ya ex presidente del Valencia Vicente Soriano ha dimitido hoy de su cargo después de poco más de diez meses al frente de la entidad, en un mandato en el que logró retener a Villa y Silva, pero en el que no consiguió la venta de las parcelas de Mestalla como prometió.
Soriano fue nombrado presidente el pasado 25 de julio de 2008 y sustituyó en el cargo a Agustín Morera. De la mano de Soriano llegó Fernando Gómez, que dejó de ser director general de Deportes de la Generalitat Valenciana. Al mismo tiempo se nombraron tres nuevos consejeros: Ana Julia Rosselló, Benjamín Muñoz y Miguel Zorío.
Soriano llegó al cargo después de que el máximo accionista Juan Soler fulminara como gestor al empresario Juan Villalonga, que apenas estuvo diez días en la entidad. El pacto entre los dos máximos accionistas acabó con Soriano en la presidencia y con una promesa de compra de acciones por parte de Soriano a Soler, algo que nunca se produjo.
El dirigente, en la parcela deportiva, prometió no vender ni a Silva ni a Villa, a pesar de la crítica situación económica de la entidad y lo logró. Es más, Soriano tuvo arrestos de mejorar los contratos de ambos futbolistas y ampliarles más temporadas en la entidad.
Sin embargo, la piedra que no ha podido superar y que ha terminado con él ha sido la venta de Mestalla. Las parcelas eran el puntal para sostener económicamente al club, pero después de diez meses la venta ha sido imposible.
El poder de Soriano quedó mermado el pasado 4 de marzo cuando el consejo de administración nombró como consejero delegado a Javier Gómez, que hasta entonces era el director general del club. Además, Soriano vio como uno de sus hombres y vicepresidente, Miguel Zorío, salía de la entidad.
Los últimos tres meses ha servido para que Soriano, con el poco poder que le quedaba, se volcará única y exclusivamente en la venta de las parcelas de Mestalla, mientras que Gómez era el que gestionaba el club.
El ex presidente pidió poderes la semana pasada para poder firmar un compromiso de compraventa, algo que no ha conseguido y que ha precipitado su salida, antes de la junta general extraordinaria de este fin de semana donde se votará la ampliación de capital o no de 92,4 millones de euros.