MADRID, 6 May. (EUROPA PRESS) -
El tenista suizo Roger Federer se despidió este miércoles a las primeras de cambio del Mutua Madrid Open tras caer (7-6(2), 6-7(5), 7-6(12)) en segunda ronda ante la joven promesa australiana Nick Kyrgios, un choque de más de dos horas y media en el que el tres veces ganador en el torneo madrileño no supo aplacar la rebeldía de su rival, quien se medirá ahora con el estadounidense John Isner.
El de Basilea, campeón en Madrid en 2006, 2009 y 2012, llegaba a La Caja Mágica con su primer título de tierra en tres años, tras hacerlo precisamente en la Manolo Santana por última vez, con su victoria en Estambul. El tercer título esta temporada de Federer confirmaba la continuación de su gran 2014 y la preparación por buen camino para la época de 'grandes'.
Sin embargo, el desparpajo de Kyrgios, que ya cuenta como victorias (una ante cada uno) sus enfrentamientos ante Rafa Nadal (en octavos de Wimbledon el año pasado) y ahora ante Federer, tumbó a su prestigioso rival para seguir en liza en la capital española. También llegaba en buen momento el de Canberra, haciendo final en Estoril el pasado domingo. De esta forma, con un buen servicio y una agresiva derecha, terminó fulminando al primer cabeza de serie.
El australiano comenzó y terminó apoyándose en su gran saque. Ante un rival frío y que comenzó perdiendo su servicio, Kyrgios llevó la voz cantante hasta que en el décimo juego llegó la reacción del suizo. Con el australiano algo desquiciado, Federer arrasó en la primera muerte súbita del duelo. Sin embargo, el desparpajo y valentía del joven australiano no terminó ahí. Ni siquiera lo hizo cuando comenzó el segundo set perdiendo su saque.
Kyrgios le devolvió la moneda al 17 veces ganador de 'Grand Slam' empatando primero el parcial y mandando con autoridad en el 'tie-break'. Sin nada que perder y con su saque a buen nivel, el tenista oceánico brilló en el tercer set para mantener a raya a su rival. Federer cumplió también con su saque y la batalla quedó reservada a un 'thriller' de bolas de partido y una nueva muerte súbita. Tres tuvo que salvar una de las raquetas del futuro. A la sexta hincó la rodilla Federer.
