EDIZIONES, 13 sept.
En Seattle, un hombre salió de su oficina al darse cuenta de que una mamá pato había saltado de la repisa de un edificio y que sus pequeños patitos se preparaban para seguir sus pasos. Rápidamente se colocó en un punto estratégico para capturar al vuelo a todos y cada uno de los que se iban animando a saltar.

Sin su ayuda, probablemente los patitos no hubieran resistido el impacto desde tan gran altura. Finalmente, una vez todos en tierra firme, el hombre condujo a toda la familia a un río cercano, donde tomaron su propio camino.
Aquello sucedió en el año 2009. De hecho la escena es bastante conocida.
Sin embargo, ha sido en esta semana cuando el periodista irlandés Aaron Vallely compartía un resumen de la tierna escena en la que, además, se lleva la cuenta del número de vidas que aquel hombre salvó. Vallely compartió el tuit de otra cuenta de Twitter en la que destaca la siguiente frase que invita a la reflexión: "Nunca pierdas la fe en la humanidad, porque sabemos cuán amables pueden ser los seres humanos".