Actualizado 02/02/2017 18:24

La conmovedora historia de Blake, un niño de seis años que regaló sus juguetes a aquellos que más los necesitaban

Un niño de seis años pone un puesto para reglar juguetes a niños necesitados
FACEBOOK/MELISSA ANN WORK
    

   EDIZIONES, 2 Feb.

Blake, un niño de seis años, puso un puesto en la puerta de su casa con sus juguetes para regalárselos a aquellos niños que los necesitaran. Un precioso y solidario gesto que narra su madre para Bored Panda y que ha conmovido los corazones de aquellos que han leído la noticia, y por supuesto, los de aquellos niños que han recibido sus juguetes. Esta es la historia:

Melissa Work estaba a punto de dormir cuando su hijo Blake apareció en la habitación. Aunque debía estar en la cama, dejó que subiera con ella para charlar durante unos minutos. En esa pequeña conversación, Melissa le recordó que al levantarse al día siguiente debería ordenar su cuarto. “Vaya, mamá. Eso es un desastre. Tengo que recoger un montón de juguetes. Entonces le explicó que tener juguetes era una suerte, ya que había muchos niños que no podían tener ni un solo juguete.

Al saber esto, de repente dijo: “¡Tengo una idea! Podemos hacer una especie de puesto de limonada. Yo puedo dar mis juguetes. Pueden tener los míos. Es una buena idea, ¿verdad, mamá?” A pesar de que conmovió a Melissa, le conminó a que se metiera en la cama y que lo hablarían al día siguiente.

Blake

A la mañana siguiente, nada más despertar, Blake fue corriendo a su madre y le espetó: “Ya estoy listo. Vamos a preparar mi puesto de juguetes". Melissa fue a la cocina y vio que ya había elegido ocho de sus juguetes favoritos y unos cuantos libros para poner en el puesto. Salió a la calle, montó el puesto y cogió una tabla blanca en la que escribió: “¡Animaos, chicos! Venid a la casa de Blake Works. Tenemos juguetes gratis para ti”.

  Tabla

Pero el puesto no obtuvo ningún visitante. Blake insistía a su madre para que escribiera a todos los niños que conociera para que pasaran por ahí. Melissa pensó que sería buena idea publicar en alguna de las páginas Facebook de su localidad la existencia del puesto de jueguetes. Rogó para que se acercaran, y algunos fueron hasta allí.

Un hombre se llevó el robot preferido de Blake. Aseguró que su nieto, en Belice, no tenía muchos juguetes. El hombre insistió en darle cinco dólares. Tras un tira y afloja, Blake los aceptó, pero se los dio a su madre para que los diera a quien los necesitara. Otra familia fue a por los libros. Respondieron en Facebook al anuncio de Melissa. Cuando le dijo a su hijo que una familia vendría por los libros, se emocionó tanto que entró de nuevo en su habitación para regalar más libros. La familia se llevó cuatro.

Hombre

Regalo

Finalmente, llegó su profesora de jardín de infancia. Fue allí para apoyarle y decirle lo orgullosa que estaba de él. Al final, Blake acabó por regalarle a la profesora todos los juguetes que le quedaban para los niños que se portaran bien.

Ambos, madre e hijo, estuvieron en la calle durante 6 horas hasta repartir todos los juguetes. Blake en ningún momento dejó el puesto. Le llegó tan hondo que hubiera niños que no tuvieran juguetes que hizo algo extraordinario. Un niño pequeño pero con un corazón enorme. Con personas así el mundo es mejor.

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