MADRID, 19 Nov. (EUROPA PRESS) -
Metrovacesa ha convocado una junta extraordinaria de accionistas para el próximo 19 de diciembre, que será la primera tras la escisión del grupo en dos empresas distintas y la primera también que presidirá Román Sanahuja, según datos de la compañía recogidos por Europa Press.
La inmobiliaria abordará la ratificación de su escisión y la salida de su consejo del actual presidente, Joaquín Rivero, y de sus consejeros afines, en una reunión del consejo de administración previsto para los primeros días del próximo mes de diciembre.
El orden de la junta extraordinaria no tiene relación con la escisión, dado que tratará un cambio en la fiscalidad de la nueva Metrovacesa.
No obstante, la junta y la reunión del consejo de días antes marcarán un nuevo hito del proceso de escisión de la inmobiliaria, después de que el pasado mes de octubre se cerrara el primero, la oferta pública de adquisición (OPA) formulada por Metrovacesa sobre sus propias acciones a cambio de acciones de Gecina, filial francesa del grupo.
La OPA ha requerido un mes para su liquidación, que lleva aparejada una ampliación de capital de unos 700 millones de euros en Metrovacesa.
En virtud de la segregación de la inmobiliaria, la familia Sanahuja, su actual primer accionista, pasará a controlar el negocio en España de la empresa, que mantendrá la denominación de Metrovacesa, mientras que los segundos socios de referencia, Rivero y Juan Bautista Soler, se quedarán con el control de Gecina, el negocio en Francia.
Los Sanahuja y Rivero y Soler alcanzaron el pasado mes de febrero este acuerdo de segregación con el fin de salvar las diferencias que mantenían sobre su gestión.
OTRAS OPERACIONES.
Una vez finalizada en diciembre esta segregación, el proceso requerirá además OPAs y distintas actuaciones en cada una de las dos empresas inmobiliarias resultantes.
Así, los Sanahuja lanzarán una OPA por el 100% de la nueva Metrovacesa que controlen, dado que con la ampliación de capital su participación en la empresa superará el 50%.
El objetivo de esta familia de promotores catalanes es crear uno de los primeros grupos inmobiliarios europeos. Para ello, aportarán a Metrovacesa activos de su empresa Sacresa, así como edificios recientemente adquiridos en Londres y en Berlín. También han comprado una sociedad cotizada en París (Medea) para integrar los activos de Gecina que según el acuerdo le corresponden.
De su lado, Rivero y Soler recuperarán a Bami para integrar los activos con que se quedarán en la escisión (unos solares en Madrid y un conjunto de edificios de París). Después realizarán una aportación de 100 millones a la nueva Bami, que se dedicará al negocio patrimonial y no descarta volver a cotizar en bolsa y expandirse por Europa.
