Desvincula esta situación con el caso de Shell y no cree que tenga consecuencias similares
MADRID, 26 Ene. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Repsol YPF, Antonio Brufau, cifró hoy entre 160 y 170 millones de euros el impacto que previsiblemente tendrá en los resultados de la compañía en 2006 la rebaja en un 25% de las reservas estimadas.
A este respecto, explicó en rueda de prensa que el impacto de esta medida en los resultados del presente ejercicio (unos 250 millones antes de impuestos) vendrá determinado por el incremento de las amortizaciones.
No obstante, dejó claro que pese a ello la compañía no perderá "cash", dado que la amortización genera "cash flow". En cuanto a 2005, y de acuerdo con las nuevas Normas Internacionales de Contabilidad (NIC), la petrolera estima que la medida ocasionará revisiones de la valoración de activos por importe inferior a 50 millones de euros, y prevé que sus resultados anuales "sean consistentes" con los resultados cosechados en los nueve primeros meses.
Preguntado si la decisión de revisar a la baja en 1.254 millones de barriles equivalentes de petróleo (bep) su estimación de reservas probadas supone que en el pasado se hizo una sobreestimación de las mismas, contestó que el comité de auditoría "ya sacará sus conclusiones". "No dogmaticemos la exactitud de las reservas. No es una ciencia exacta, es lógico que siempre haya revisiones", apuntó.
Brufau insistió en que se siente "muy tranquilo" con la decisión adoptada por la compañía, y afirmó que para que no vuelva a ocurrir algo similar en el futuro es por lo que se ha constituido un grupo integrado por el grupo de control de reservas de la compañía y por otros profesionales internos y externos, bajo la supervisión de la comisión de auditoría y control del consejo de administración, que asumió desde abril de 2005 la responsabilidad de la supervisión independiente de las reservas.
El primer ejecutivo de Repsol YPF rechazó cualquier analogía con el escándalo surgido cuando la petrolera anglo-holandesa Shell se vio obligada a revelar una reducción de sus reservas probadas, algo que se saldó con la dimisión en marzo de 2005 de su entonces presidente y del director de exploración y producción.
"No somos parecidos a Shell. Hay un nuevo equipo que hemos entrado en la compañía y hemos sentado y puesto los procedimientos necesarios para que todo se haga bien y de forma clara. La responsabilidad ahora es del comité de auditoría, que dirá si lo hemos hecho bien o mal", manifestó.
Brufau descartó posibles operaciones corporativas orientadas a la adquisición de reservas. "Estamos estudiando todo, pero no tenemos ninguna operación sobre la mesa. No obstante, si sale una oportunidad buena, bonita y barata, la analizaremos", indicó.
ESPERA QUE EL MERCADO ENTIENDA LA MEDIDA.
Tras dejar claro que no contempla "en absoluto" una nueva revisión de las reservas probadas, manifestó su esperanza en que el mercado entienda la medida adoptada por la empresa y no penalice la acción.
Así, y pese a reconocer que "la mejor defensa para una OPA es tener un precio alto", se mostró convencido de que el mercado "va a entender que intentamos hacer las cosas bien". Yo creo que si nos esmeramos tendremos un peldaño menos desde el que podremos escalar", subrayó.
Brufau lanzó un mensaje de colaboración al Gobierno boliviano, y expresó la intención de la petrolera de seguir trabajando e invirtiendo en el país si hay una "normativa clara".
