Economía/Macro.-Cuevas acusa al Gobierno de caer en el "populismo" y de tener una creciente "tentación intervencionista"

El presidente de la CEOE, José María Cuevas, acusó hoy al Gobierno de estar comenzando a "despeñarse por la vertiente resbaladiza del populismo", al hacer "concesiones" a grupos y colectivos que no se preocupan por la economía ni tienen por qué conocer los efectos de sus decisiones sobre las empresas, y de estar cayendo en una creciente "tentación intervencionista"

Durante los 'Desayunos Informativos de Europa Press', Cuevas, que se refería de esta manera a algunas de las últimas normas aprobadas por el Ejecutivo, como la Ley de Igualdad, lamentó que el Gobierno se esté alejando paulatinamente de la "coherencia económica simbolizada en la indiscutible capacidad técnica de (el vicepresidente económico) Pedro Solbes" que había mantenido hasta la fecha.

Tras asegurar que España viene perdiendo año tras año su capacidad para mantener y crear un entorno que favorezca la competitividad de las empresas, Cuevas señaló que los agentes que operan en los mercados deben tener la seguridad de que las regulaciones en materia económica son "estables y predecibles" y que no serán cambiadas "de la noche a la mañana" por razones de "conveniencia política del poder público de turno".

En este sentido, se refirió a cuestiones "tan sensibles" como la liberalización de los sectores estratégicos, las materias de buen gobierno de las empresas o las operaciones de adquisiciones y fusiones de las mismas, en clara referencia a las OPAs lanzadas sobre Endesa y los cambios normativos aprobados por el Ejecutivo para asegurarse el control del sector energético.

"Ayuda muy poco oír desde el Gobierno que una cosa son los mercados y otra cosa los ciudadanos, pero ¿Quiénes actúan y quiénes defienden los intereses en los mercados? Yo creo que son los ciudadanos, nunca son las cucarachas", ironizó.

Dicho esto, acusó al Gobierno de estar cayendo en una "creciente y palpable tentación neointervencionista" que, en su opinión, se refleja en múltiples normas y medidas "que procuran ahormar a su gusto la actividad de las empresas" en los más dispares campos de la vida cotidiana, ya sea el consumo de tabaco, la igualdad, el buen gobierno de las compañías cotizadas o la responsabilidad social.

MÁS REGULACIONES, MENOS COMPETITIVIDAD.

En opinión de Cuevas, estaq actitud del Ejecutivo parte del hecho de que la capacidad de las empresas para adoptar todo tipo de normas e "imposiciones" es infinita, y de que los costes que de ello se derivan no afectan a la competitividad, "cuando es evidente que esto acaba sucediendo". "Es como si las empresas fuesen chicles, se pueden estirar en razón de la voluntad de cada uno", reiteró.

También acusó al Gobierno de tener una actitud "voluntarista" por considerar que basta desear una cosa y ponerla en una ley o en un decreto para que se cumpla irremediablemente el objetivo.

En tercer lugar, afirmó que algunos de los mandatos del Ejecutivo son "arbitristas" porque pretenden dar soluciones simples a problemas muy complejos que vienen desde muy antiguo, como por ejemplo ha sucedido con la aprobación de la Ley de Igualdad.