MADRID, 4 Abr. (EUROPA PRESS) -
La ministra de Fomento, Magdalena Alvarez, garantizó hoy que las tres nuevas líneas de AVE que tienen que llegar a lo largo de 2007 a las ciudades de Málaga, Valladolid y Barcelona, serán puestas en marcha con la velocidad punta adecuada en su trazado de 300-320 kilómetros por hora. Por el contrario, en el caso de la línea Madrid-Lleida, subsisten las deficiencias en el sistema de señalización contratado durante la gestión del ministro Alvarez Cascos, y la actual titular de Fomento sólo promete que se irá incrementando la velocidad "en la medida que su funcionamiento lo permita". En cuanto a los aeropuertos, Alvarez advirtió de que la gestión de un aeropuerto como El Prat no puede circunscribirse al ámbito de Cataluña y defendió la nueva T4 de Barajas afirmando que es la "envidia de más de uno" en el sector aeroportuario internacional.
La ministra de Fomento intervino hoy en los Desayunos Informativos de Europa Press. En relación a la gestión consorciada de los aeropuertos en la que trabaja el Gobierno, Magdalena Alvarez justificó las limitaciones existentes a que estas infraestructuras sean controladas por los "interesados" inmediatos a su ubicación.
Sobre el caso concreto de El Prat --objeto de negociación política en el marco de la reforma del estatuto catalán-- la ministra dijo que "los slots (habilitaciones para uso de las compañías) que se den en El Prat afectan a Almería, La Coruña o León", y que la decisión sobre los slots no solamente es de un aeropuerto, sino que vincula al resto del territorio, no solo nacional, sino también internacional.
En todo caso, precisó que hay determinadas decisiones que afectan más a aquellos que están próximos al aeropuerto, "de ámbito medioambiental, del entorno, decisiones territoriales, y para ello creemos que es bueno que entren a formar parte de esa gestión, y lo que estamos viendo es, si todos los aeropuertos tienen que ser gestionados en red", dijo.
Así, la ministra puso el ejemplo del Aeropuerto de Sabadell y dijo que ha ofrecido su transferencia a la comunidad autónoma, porque no tiene ningún sentido que trabaje en red, ya que corresponde al ámbito local o autonómico. Así, explicó que hay que ver qué otros aeropuertos presentan o no una situación similar, y el siguiente paso será decidir cómo se entra en la gestión, que será mediante un consorcio.
Por otra parte, Magdalena Alvarez hizo un balance positivo de funcionamiento de la T-4 de Barajas afirmando que "las grandes obras, como las grandes personas, requieren de grandes críticas". Así, señaló que la puntualidad se sitúa en el 90 por ciento, cuando las de las otras terminales estaba antes de que se pusiera en marcha la nueva en el 80 por ciento. "La puntualidad de la que ahora nos reímos tanto es mejor de la que había, pero nos podemos reír de las dos, de la de ahora y de la anterior", dijo la ministra quien dijo que esta mejora no se puede apuntar a AENA ni a Fomento ya que depende básicamente de las compañías.
En lo que sí entonó el 'mea culpa' la ministra fue en la falta de previsión de los autobuses internos de enlace de la T2 a la T4 en los primeros días de funcionamiento, que se congestionaron hasta que se duplicó su número porque la gente no empleó las nuevas conexiones y recurrió al Metro, que --dijo-- no llega hoy a la nueva terminal porque la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, no tomó la decisión a tiempo.
Sobre las incidencias con las conexiones de equipajes y viajeros entre el edificio principal y el satélite, la ministra dijo que se han subsanado y que hay que esperar que funcionen correctamente. En definitiva, señaló: "tenemos un magnífico aeropuerto, tenemos unos magníficos profesionales e, internacionalmente hablando, somos la envidia de más de uno en el sector aeroportuario, porque ir a la T4 viniendo del resto del mundo, incluidos los mejores aeropuertos, se da cuenta uno del nivel de calidad que estamos ofreciendo".
A cuenta de las controversias con la administración regional madrileña, Magdalena Alvarez dijo que sus relaciones con Esperanza Aguirre son "magníficas" pero precisó que "la política es la política"
Así, afirmó sobre la decisión de Aguirre de llevar a cabo la circunvalación de Madrid M-50, Alvarez recordó que fueron los ministros del PP Cascos y Arias Salgado quienes decidieron que era de interés general y por tanto competencia del gobierno central. A su juicio, el proyecto regional es "medioambientalmente inadmisible e inasumible" (afecta entre otros espacios naturales al Monte del Pardo); y además solo prevé una conexión para el tráfico ligero, que no cumple los estándares de Fomento para la red de interés general.
Así, dijo que su departamento estudia la solución mejor posible, pero dejó claro que será con "los estándares que corresponden a una conexión de este tipo".
LA VELOCIDAD DEL AVE
En cuanto a la red ferroviaria de Alta Velocidad, Alvarez calificó de "drama" la situación que el Gobierno socialista se encontró al inicio de la legislatura en la línea Madrid-Lleida, y que hoy el último escollo que queda por resolver es el sistema de señalización, cuyo mal funcionamiento obliga a una menor velocidad de la prevista.
Tras criticar una vez más que el equipo de su antecesor con el PP Alvarez Cascos contratase un sistema de señalización no probado, la ministra afirmó que hasta ahora se han hecho "400.000 kilómetros de recorrido" intentando que el sistema funcione correctamente sin haberlo conseguido, y que los responsables de esta tarea "no han librado ni sábados ni domingos" intentando sin éxito encontrar solución al problema.
Alvarez explicó que están aplicando todas las alternativas que las empresas recomiendan para garantizar que el sistema contratado funcione: por ejemplo, se han duplicado las balizas que informan al tren de las incidencias en la vía, y que otra posibilidad sería implantar el sistema que funciona satisfactoriamente en la línea Madrid-Sevilla pero que tardaría un año en implantarse y que es mejor hacer que funcione bien el que se tiene ya puesto. En todo caso, la ministra garantizó que "en 2007, los tres AVE's que tienen que llegar a Málaga, a Valladolid y a Barcelona, llegarán con la velocidad adecuada que es 300 o 320 (kilómetros por hora) como máxima, e iremos incrementando el Madrid-Lleida conforme la seguridad del funcionamiento del sistema nos lo vaya permitiendo".
