ESTRASBURGO, 11 Jul. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro de Luxemburgo y presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, insistió hoy en que la actual fortaleza del euro frente al dólar y el resto de divisas internacionales no pone en riesgo el crecimiento económico.
"En las circunstancias actuales, los ministros del Eurogrupo no pensamos que el euro fuerte ponga en peligro el crecimiento económico en la eurozona", dijo Juncker en una comparecencia ante el pleno de la Eurocámara. A su juicio, el nivel del euro "refleja la vitalidad de la recuperación económica en Europa".
Recalcó que los países de la UE a los que más "incomoda" el actual nivel del euro, en una referencia velada a Francia, deberían "introducir reformas estructurales para que su sistema económica nacional sea más competitivo".
Por su parte, el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, señaló que "estamos en un sistema de tipos de cambio flotantes" y que el único foro para discutir sobre los tipos de cambio "es el G-7", aunque la situación no sea "fácil". "Nadie puede imaginar que hagamos cosas que nos enfrenten a nuestros socios. No funcionaría", dijo.
En este sentido señaló que en las últimas reuniones del G-7 ya se ha dicho a China que "no estamos satisfechos con la actual situación" y se ha tomado nota de las declaraciones de las autoridades estadounidenses en defensa de un "dólar fuerte" y del Gobierno japonés subrayando que los mercados no están reconociendo los fundamentos de su economía en la cotización del yen.
Trichet realizó una encendida defensa de la independencia del BCE porque es el factor "clave" para garantizar su "credibilidad". "Preservaré con la mayor firmeza la independencia de la BCE en todas las circunstancias", dijo a los eurodiputados.
Juncker aseguró que ningún país del Eurogrupo ha cuestionado la independencia del Banco, pese a los recientes ataques al BCE del presidente francés, Nicolas Sarkozy.
FRACTURA ENTRE ASALARIADOS Y DIRECTIVOS
El primer ministro luxemburgués volvió a alertar de la creciente "fractura" entre los sueldos de los asalariados y los de los directivos de empresas, que crea una situación de "injusticia económica y social". "Un gran número de directivos de empresa reciben remuneraciones que no corresponden de ninguna manera a los reiterados llamamientos del Banco Central Europeo y del Eurogrupo a una moderación salarial que siga el ritmo de la mejora de la productividad", señaló.
"Si continúan las políticas consistentes en ampliar la fractura entre los que trabajan y los que dicen incluso que dan trabajo vamos a la catástrofe. Los europeos simples y modestos no comprenden esta diferencia que aumenta cada vez más entre los que tienen y los que aspiran a tener", concluyó Juncker.
