VIENA, 12 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los inspectores de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) han retirado la mayor parte de cámaras de vigilancia y precintos que mantenían en las centrales y equipamientos nucleares iraníes, tal como había exigido Teherán en respuesta a la remisión del caso al Consejo de Seguridad de la ONU, informaron ayer fuentes diplomáticas.
Los diplomáticos, que hablaron desde el anonimato, dijeron que este movimiento forma parte de las medidas de venganza anunciadas por Irán, que ha dejado a la AIEA con los medios más básicos para monitorear sus actividades nucleares.
Asimismo, estas medidas se anuncian el mismo día que el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, sugirió el abandono del Tratado de No Proliferación Nuclear, movimiento Corea del Norte hizo hace tres años, poco después de que saliera a la luz pública su programa nuclear.
Con la mayoría del equipo de vigilancia retirados de las instalaciones de Natanz, la AIEA tendrá poco margen para observar el proceso de enriquecimiento de uranio, que puede derivar en usos pacíficos o ser destinado a la fabricación de armas nucleares.
Ahmadineyad expresó ayer nuevamente su rechazo a las presiones occidentales para que el país congele su programa nuclear y amenazó veladamente con retirarse del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP).
"La política nuclear de la República Islámica ha sido hasta ahora pacífica. Hasta ahora hemos trabajado en el seno de la Agencia Internacional para la Energía Atómica y en el marco de las regulaciones del TNP", afirmó ante miles de iraníes reunidos en la plaza Azadi de Teherán para conmemorar el 27 aniversario de la Revolución Islámica.
"Si vemos que queréis usar esas regulaciones para violar los derechos del pueblo iraní, entonces os encontraréis con que el pueblo iraní revisará su política. No deberías hacer nada que nos obligue a revisar nuestra política", afirmó, en lo que parece una alusión a una posible retirada del TNP, aunque no precisó a qué tipo de regulaciones se refería.
Ahmadineyad también afirmó que el verdadero Holocausto es lo que está pasando en la actualidad en los territorios palestinos y en Irak y que la muerte de seis millones de judíos a manos de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial es un "mito".