MADRID, 9 Mar. (EUROPA PRESS) -
Las cuatro grandes distribuidoras de gas natural, que son Gas Natural, EDP Naturgas Energía, Madrileña Red de Gas y Redexis Gas, invirtieron cerca de 400 millones de euros en 2013 y prevén elevar esta partida un 10% en 2014, hasta 440 millones, según datos ofrecidos por el sector a Europa Press.
Las inversiones del ejercicio se dedicaron especialmente a la ampliación de las redes y a la extensión del suministro de gas natural a nuevas poblaciones y clientes. En 2013 se incorporaron al mapa gasista en torno a 100 municipios y se superaron los 1.600 municipios con suministro de gas natural.
El sector destaca que la inversión de las distribuidoras de gas permite dinamizar las economías de las zonas beneficiadas, ya que la construcción de las infraestructuras, la instalación de los equipos y la labor comercial de captación de los puntos de suministro suele corresponder a las empresas locales.
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) calcula que, a cierre de 2013, el número de clientes de gas natural ascendía a 7,4 millones, tras incrementarse en 76.341 durante el ejercicio. La cifra de clientes ha aumentado en torno al 9% desde 2008, año en el que se inició la crisis económica.
Pese al crecimiento de esta energía en la última década, España aún está lejos de la media de gasificación de la Unión Europea. Su presencia en el mercado residencial nacional ronda el 30%, frente al 50% de Alemania, el 65% de Italia o el 85% de Reino Unido. La media de la UE es del 60%.
Los 7,5 millones de viviendas con gas contrastan con los cerca de 10 millones de domicilios que no disponen de la posibilidad de conectarse a la red, así como con los 7 millones de viviendas que, pese a estar en poblaciones donde existe este servicio, no han recurrido a él.
Para el sector, estos datos ponen de manifiesto el gran potencial de expansión que tiene el gas en España en el ámbito residencial. El crecimiento en este mercado contribuiría a la sostenibilidad económica del sistema gasista, en un momento en el que el Gobierno analiza la reforma del sector.
MENOS PARA ELECTRICIDAD, MÁS PARA VIVIENDA.
Durante la última década, España ha realizado un gran esfuerzo inversor en grandes infraestructuras de gas, incluidas plantas de regasificación o la propia ampliación de la red de transporte. Sin embargo, estas instalaciones tienen en la actualidad una baja utilización debido a la drástica reducción de la producción eléctrica a través de ciclos combinados.
Frente a esta circunstancia, el sector redobla sus esfuerzos en el mercado doméstico y pone énfasis en la competitividad del gas natural frente a otras fuentes energéticas. Una vivienda familiar con gas natural, por ejemplo, tiene una factura un 40% inferior a la del gasoil.
SALDO RETRIBUTIVO.
Además, las empresas destacan que la distribución es la única actividad regulada que tiene un saldo positivo para el sistema, es decir, que aporta ingresos por encima de la retribución que recibe. En el caso de los domésticos, esta cifra ronda los 90 euros al año.
A diferencia lo que ocurre en la actividad de distribución eléctrica, la distribución de gas asume el riesgo de que parte de su retribución esté ligada a los puntos de suministro captados y al gas que se transporta por la red. Si el distribuidor pierde puntos de suministro o demanda, su retribución disminuye.
