Greenpeace pide explicaciones al CSN sobre el "incumplimiento de las normas de seguridad" por parte de Cofrentes

Actualizado: jueves, 9 marzo 2006 13:47

VALENCIA, 9 Mar. (EUROPA PRESS) -

Greenpeace remitió hoy un escrito al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) para que "aclare las circunstancias" por las que la central nuclear de Cofrentes estuvo funcionando "sin cumplir" las Especificaciones Técnicas de Funcionamiento, que le "obligaban" a realizar una prueba integrada de fugas de la contención para verificar su operabilidad.

En este sentido, la organización ecologista afirma en un comunicado que Cofrentes "no hizo dicha prueba dentro de los plazos establecidos", sino que "la practicó meses después, cuando el CSN se lo exigió".

Por ello, los ecologistas piden que el CSN "confirme explícitamente este suceso", el cual supondría, indicaron, "un nuevo grave incumplimiento de la normativa de seguridad por parte de Cofrentes". Además, "demostraría un nuevo caso de trato de favor del CSN a una empresa nuclear que incumple la legalidad", resaltaron.

Asimismo, Greenpeace solicita al CSN en su escrito que "aclare si tiene previsto sancionar a la central", puesto que fueron los inspectores del CSN "los que descubrieron que Cofrentes no había realizado la citada prueba de fugas, hecho que la central aparentemente les ocultó", señalaron.

Al respecto, explicaron que, según se establece en las Especificaciones Técnicas de Funcionamiento (ETF) de la central, y en concreto la especificación 4.6.1.1, la central nuclear de Cofrentes está "obligada a realizar periódicamente una prueba integrada de fugas de la contención, para verificar su operabilidad de acuerdo con los plazos estipulados en la normativa".

Así, los ecologistas apuntaron que, según la información que han recibido recientemente, "la última vez que correspondía a Cofrentes realizar esta importantísima prueba, ésta no se hizo, y tuvo que llevarse a cabo cuando, meses después de pasado el plazo estipulado, el CSN le exigió su realización".

Sin embargo, indicaron que "pese a la gravedad de los hechos de cara a la seguridad, el CSN no ha informado al público en ningún momento de tal eventualidad, a pesar de que, según lo establecido reglamentariamente, la no realización de los requisitos de vigilancia de las ETF debe dar lugar a la comunicación en 24 horas de un Suceso Notificable", recordaron.

Por ello, aseveraron que "puesto que la no realización del requisito lleva aparejada la inoperabilidad del componente superado el plazo de la acción, debe concluirse que la central operó fuera de las ETF hasta que se realizó la prueba", lo que, en su opinión, constituye "una grave ilegalidad".

Además, Greenpeace mostró su "sorpresa" porque dicha situación "no se hubiese detectado antes por parte de la inspección residente del CSN", cuando la central está "obligada a incluir la información correspondiente a las pruebas de fugas locales e integrada dentro del programa general de actividades de la recarga, según las instrucciones vigentes", apuntó.

Por todo ello, la organización ecologista solicita al CSN que "confirme la información anterior en relación con la no realización en plazo de la prueba integrada de fugas de la contención, por parte de Cofrentes".

Exige, asimismo, que el CSN "dé una explicación detallada sobre cuándo debería haberse realizado la prueba, quién descubrió que no se había hecho, cuándo se hizo la prueba en realidad, por qué no se han hecho públicas tales circunstancias, y qué medidas sancionadoras y de otro tipo tiene previsto el CSN aplicar a la central, para evitar la reiteración de este tipo de incumplimientos".

"PERDIDA DE CULTURA DE SEGURIDAD"

Comentó que esta "nueva deficiencia" representa "otra prueba adicional de la gravísima pérdida de cultura de seguridad de la central nuclear de Cofrentes, y de los numerosos problemas técnicos y de funcionamiento de esta instalación atómica".

Greenpeace se refirió a un informe con los resultados de la auditoría realizada por la Asociación Mundial de Operadores Nucleares (WANO) a la central nuclear de Cofrentes, según el cual, el equipo de expertos de WANO detectó, durante su misión, "un conjunto de hallazgos que ponen de manifiesto importantes deficiencias en el funcionamiento de esta central nuclear".

Así, "entre las muchas deficiencias identificadas, destacan las relacionadas con los sistemas de lucha contra incendios, el acceso a la Sala de Control, configuraciones fuera de las bases de diseño, desafíos a la planta en el mantenimiento, o el aumento de las dosis de radiación recibidas por los trabajadores en el mantenimiento", apuntó.

En el citado informe, también se recoge el "desafío a los márgenes de seguridad en los sistemas de refrigeración de emergencia, tardanza en los análisis de sucesos o incidentes, o deficiencias en la formación del personal", añadió.

Finalmente, la organización ecologista afirmó que "el historial de incidentes de la central de Cofrentes en los últimos años es muy preocupante", y que, "a pesar de los cambios en la organización que se han hecho en los últimos años, no parece que vayan a menos".

Al respecto, señaló que "los numerosos sucesos notificables de la recarga del combustible del 2002 destaparon importantes fallos de cultura de seguridad, que, a juzgar por las conclusiones del informe de WANO, no han ido a menos, sino todo lo contrario", apostilló.