Vandellòs II (Tarragona) realiza una parada programada por tareas de mantenimiento

TARRAGONA 28 Ago. (EUROPA PRESS) -

La central nuclear de Vandellòs II (Tarragona) inició esta medianoche el proceso de parada programada, estado en el que permanecerá hasta el próximo 26 de septiembre por tareas de mantenimiento en la que constituye la quinta parada del reactor en lo que va de año, según datos del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).

La central, participada por Endesa e Iberdrola, anunció ya en abril que aprovecharía la parada programada para la recarga de combustible de este agosto para inspeccionar los tubos de los generadores de vapor y sustituir las 104 tuercas (conocidos como 'spit-pins') de los tubos de guía de las barras de control del reactor.

Precisamente fue una de esas tuercas la que, al romperse y quedar suelta, provocó una parada automática del reactor el pasado 29 de marzo. La central se conectó de nuevo a la red cinco días después, pero el incidente hizo aconsejable adelantar el recambio de las otras 104 piezas, previsto para el 2008, por otras de material más resistente a las condiciones de trabajo.

Se prevé que los trabajos específicos de sustitución duren aproximadamente 19 días, y que el resto del tiempo se emplee en tareas de instalación y desinstalación, así como de movimiento de combustible.

CUATRO PARADAS AUTOMÁTICAS, UN INCENDIO Y UNA SANCIÓN.

El incidente del 29 de marzo se suma al del 15 de febrero, cuando un fallo en el circuito de control electrohidráulico de la turbina provocó una parada automática; a la del 22 de junio, por un fallo de instrumentación de medición de temperatura en uno de los tres lazos del circuito primario, y a la del 10 de agosto, cuando se soltó un cable de conexión de la corona superior del aislado.

Además, un incendio forestal en las inmediaciones de la central obligó a activar el Plan de Emergencia Nuclear de Tarragona (PENTA) en situación 0 el pasado 11 de abril.

Por otra parte, el Ministerio de Industria impuso a principios de agosto una sanción de 1,6 millones de euros, la más alta que se ha impuesto nunca a una central nuclar, por los incidentes que mantuvieron parada la central de Vandellòs II en 2004.