MADRID, 24 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha constatado que el nivel de estrés de los mercados financieros españoles se relajó casi un punto entre octubre y enero, aunque a finales del primer mes del año repuntó ligeramente como consecuencia del coronavirus chino.
Según señala en la última nota de estabilidad financiera, el estrés de los mercados financieros cerró enero en 0,181 puntos, frente al dato de 0,27 de octubre.
A finales de enero tuvo lugar un leve repunte, fruto de la incertidumbre relacionada con el coronavirus chino, que también repercutió en otros mercados financieros, pero que no ha supuesto un cambio de tendencia del indicador.
"Las repercusiones para la economía asiática y, en consecuencia, para el crecimiento mundial, son inciertos, pero es posible que sean significativas, a la vista de las restricciones que se observan para el desarrollo de la actividad en determinados sectores y regiones", indica la CNMV en su nota.
De la misma manera que ocurrió en trimestres anteriores, los niveles de estrés más elevados se registraron en el segmento de intermediarios financieros y el de deuda, con una correlación de los niveles de estrés entre los diferentes componentes del indicador, que continúa siendo baja en términos históricos.
El contexto macroeconómico español descrito está marcado por una senda de desaceleración de la actividad que se está trasladando al ritmo de creación de empleo y que continuará en 2020, siendo más intensa que en la zona euro.
La CNMV ha destacado que algunas fuentes de incertidumbre en España se han disipado con la formación de Gobierno a principios del año, aunque persisten otras como el elevado nivel de desempleo, los retos que plantea el envejecimiento de la población, las dificultades del sector bancario para elevar sus márgenes o la existencia de sectores o agentes que presentan un vulnerabilidad financiera.
Asimismo, en el plano político nacional continúan presentes los riesgos asociados a la elevada fragmentación parlamentaria y a la inestabilidad política en Cataluña, donde previsiblemente se adelantarán las elecciones.
Entre los riesgos de carácter financiero más relevantes, todavía destacan el de mercado y el de liquidez, particularmente en los activos de deuda, aunque también se mencionan los riesgos relacionados con la ciberseguridad, que pueden acabar teniendo implicaciones en términos de estabilidad financiera.
