Ex del Banco de España: Goirigolzarri quiso "cubrirse las espaldas" al entrar en Bankia

El exdirector general de Supervisión del Banco de España Jerónimo Martínez Tello
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Actualizado: martes, 20 marzo 2018 13:41

MADRID, 20 Mar. (EUROPA PRESS) -

El director general de Supervisión del Banco de España entre 2009 y 2012, Jerónimo Martínez Tello, ha señalado este martes que entiende que la inyección de recursos públicos en Bankia fue superior a la necesaria porque el presidente entrante tras la salida de Rodrigo Rato, José Ignacio Goirigolzarri, quiso "cubrirse las espaldas".

Durante su comparecencia ante la comisión que investiga en el Congreso la crisis financiera, el rescate bancario y la quiebra de las cajas de ahorro, Martínez Tello ha reiterado que, con unas ayudas de 13.000 millones de euros, más las participaciones convertibles que ya tenía el Estado en la entidad, Bankia estaría "suficientemente capitalizada".

"Ahora, teníamos un problema. El problema fundamental es de gestión de la crisis de Bankia, un problemón", ha dicho Martínez Tello, que ha calificado así la salida de Rodrigo Rato, pues dejó "las posibilidades de la gestión de la crisis abiertas en canal".

Así, ha señalado que cuando el Banco de España estaba trabajando en el plan propuesto por Rato para hacer frente a las dificultades por las que atravesaba Bankia, se produjeron "una serie de reuniones en el Ministerio (de Economía)" de las que "se deriva que el lunes por la mañana dimite el presidente de Bankia". "Y nos quedamos con una entidad grandísima con unas posibilidades de gestionar la crisis abiertas en canal", ha apostillado.

En este contexto, ha explicado que "se estaba negociando para ver si Goirigolzarri entraba o no", entendiendo que era "el mejor consejero delegado disponible o el mejor" y que en esas negociaciones "no se negocia solo si entra o no un señor, sino en qué condiciones entra". "Cuando está abierta en canal, te quieres cubrir las espaldas, porque la responsabilidad moral, desde que entras, era solo para él", ha dicho.

Por todo ello, a pesar de que los 13.000 millones podían estar, a su juicio, "mejor amparados", ha reconocido que "probablemente era mejor meter 19.000 millones, que al final fueron 17.000 millones más el resto" porque de esta forma "se asentaba mucho mejor el proyecto".

Así, ha señalado que el supervisor defendía una inyección de ayudas de 13.000 millones de euros adicionales, además de unos 3.000 millones como "apoyo temporal". Sin embargo, ha señalado que los nuevos gestores "asesorados por Goldman Sachs" --entidad contratada por el Ministerio y no Bankia, ha recalcado-- plantearon una necesidad de recursos que alcanzaba los 24.000 millones de euros, que después rebajaron a 19.000 millones y que finalmente quedó en 17.000 millones.

"NO PENSÁBAMOS QUE IBA A PETAR"

Por otro lado, el director de Supervisión del Banco de España durante la salida a Bolsa de Bankia y su posterior intervención ha recordado que la entidad salió "razonablemente bien" de las pruebas de resistencia gestionados por la Autoridad Bancaria Europea (EBA) y que los bancos de negocios avalaron la decisión de la entidad de salir a Bolsa, una decisión que, ha aseverado, correspondió "exclusivamente a la entidad".

"Decidieron que salían. Nosotros no pensábamos que iba a petar. Si no, estaríamos suicidados", ha defendido, subrayando más tarde que no plantearon como exigencia la salida de Rato de la entidad para que ésta pudiera salir a Bolsa, sino la contratación de un consejero delegado y que su consejo "fuera más profesional".

Asimismo, ha asegurado que plantearon a Bankia que valorara la posibilidad de pedir dinero al FROB como habían hecho entidades como CaixaNovaGalicia o CatalunyaBanc y que, a su juicio, "la clave" del 'agujero' de la entidad fue "la estimación del deterioro de los activos del sector promotor".

Respecto a las dudas expresadas por los cuerpos de inspección sobre esta entidad, ha dicho que, en sus mensajes, José Antonio Casaus "no dice que Bankia fuera inviable", y que en marzo de 2011 se llegó a afirmar que "la salida a Bolsa es una gran oportunidad". "Lo dice el grupo de inspección, cuyo jefe era Casaus", ha dicho.

DEFIENDE LOS SIP: "PERMITÍAN CIERTO MAQUILLAJE"

Durante su intervención, Martínez Tello ha defendido las "fusiones frías" o Sistemas Institucionales de Protección (SIP) frente a las fusiones, pues las primeras permitían que las entidades más fuertes "entraran en juego", ya que respetaban la fortaleza en su estructura de las cajas más potentes, y también porque "permitía un cierto maquillaje".

En este sentido, ha recordado las tensiones que existían ante el proceso de reestructuración por la influencia que tenían en las cajas de ahorro los poderes locales y autonómicos. "¿Qué les voy a decir de las peleas por ver dónde se va a poner una sede?", se ha preguntado, a modo de ejemplo.

Por otro lado, ha relatado el procedimiento por el cual el Banco de España autorizó finalmente que Bankia pudiera cargar contra reservas y no a la cuenta de resultados, en una decisión que, pese a que él fuera quien la comunicara en el consejo del supervisor, la ha atribuido al director general de Regulación, que fue quien "dio su visto bueno". Durante su intervención, ha llegado a decir que en la división de Contabilidad de la supervisión de cajas planteó sus dudas sobre la legalidad de esta interpretación.

NIEGA IRREGULARIDADES EN LA INSPECCIÓN

Martínez Tello también se ha defendido de las dudas expresadas por la Asociación de Inspectores del Banco de España en sus dos intervenciones en la comisión de investigación, y ha explicado dos casos denunciados por esta organización producidas por su mandato.

Respecto al cambio de jefe de grupo en la inspección de la CAM, el ex director general de Supervisión la ha encuadrado en la "lógica de rotación": "Ese jefe llevaba Valencia y habíamos tenido problemas en todas las entidades menos Ontinyent, y podría estar más sujeto a la problemática".

Respecto a Caja Castilla-La Mancha, ha dicho que en esa entidad "se habían dado disputas entre los dos grandes partidos (en referencia al PSOE y al PP), que estaban guerreando en la caja" y que se planteó que, ante las visitas de la inspección a la caja, se planteó la posibilidad de no tener que entrar en la sede de la entidad "permanentemente" y hacerlas en Madrid.

Una decisión que, ha dicho, consultó con los propios inspectores y que únicamente se adoptaría con la "condición" de que su trabajo "no se resintiera". Por ello, ha criticado que se denunciara esa situación "que es natural" y la asociación no protestara ante la querella criminal que interpuso al PP a dos inspectores. "No hizo nada ni salió levantando la voz, diciendo que 'qué barbaridad'", ha dicho, recordando que estos inspectores estuvieron "dos años imputados en Toledo".

Por último, ha querido concluir su intervención en la comisión recordando a tres compañeros en el supervisión que dimitieron del Banco de España tras ser imputados por la Audiencia Nacional en la investigación del 'caso Bankia': Mariano Herrera, Pedro Comín y Pedro González. "Una vez que se les ha apartado de cualquier imputación, creo que se les debería reconocer en el Banco de España su lealtad institucional que han tenido", ha manifestado.