Economía/Finanzas.- Asnef ve necesario regular a los intermediarios de crédito para dotar de transparencia su actividad

Actualizado: martes, 5 diciembre 2006 12:21

MADRID, 5 Dic. (EUROPA PRESS) -

La Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito (Asnef) considera necesaria la regulación de los intermediarios financieros para dotar de una mayor transparencia su actividad y diferenciarlos de las entidades de crédito, según informó hoy esta organización.

A su juicio, es importante que el consumidor sepa distinguir entre estos intermediarios y las entidades de crédito, ya que las primeras ofrecen su mediación en la búsqueda de financiación a través de la reunificación de deudas o de la obtención de las mejores condiciones posibles de un crédito al consumo, mientras que las segundas son quienes finalmente prestan el dinero al cliente.

Además, las entidades de crédito están autorizadas por el Ministerio de Economía e inscritas, reguladas y supervisadas por el Banco de España, por lo que ofrecen una garantía para el consumidor de "solvencia, seriedad, eficiencia y transparencia a la hora de realizar cualquier contrato de crédito", explica Asnef.

En consecuencia, la asociación considera que la actividad desarrollada por estos intermediarios debería estar regulada por una normativa específica que "dote de transparencia" las operaciones de mediación que llevan a cabo, como sucede en otros países de la Unión Europea, y supervisada por un organismo "especializado y suficientemente preparado" como el Banco de España.

En concreto, Asnef cree que esta institución debería asumir el control de los intermediarios cuya actividad principal sea la mediación en el crédito, salvaguardando los intereses de los consumidores, vigilando por el "estricto" cumplimiento de la transparencia en las condiciones que dichos intermediarios pactan con el consumidor y supervisando su publicidad y las retribuciones a cobrar a los clientes.

Por último, destaca que cada intermediario de crédito debería contar con un departamento de defensa del cliente, al que pueda acudir el consumidor en caso de no estar satisfecho con el servicio recibido. Este departamento tendría que ser independiente del propio intermediario y debería velar por el "escrupuloso" cumplimiento de la normativa y de los contratos entre consumidor e intermediario.