MADRID, 21 Ene. (EUROPA PRESS) -
El copropietario de Marsans y presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, y su socio Gonzalo Pascual confían en que el crédito impagado de 26,5 millones de euros que mantienen con Caja Madrid "dejará pronto de ser un problema" gracias a las garantías adicionales que prevén presentar a la entidad, según informaron hoy a Europa Press fuentes conocedoras de la negociación.
Los empresarios tienen de plazo hasta mañana, viernes, para presentar esas garantías adicionales ante los consejeros ejecutivos de la caja madrileña, cuyos equipos técnicos realizarán la primera valoración, antes de presentar sus conclusiones al resto del consejo de administración.
Gonzalo Pascual presentará las garantías al director general de Negocio de Caja Madrid, Matías Amat, encargado de las negociaciones. En caso de que no le parezcan suficientes, Amat dará 'luz verde' al equipo jurídico para que inicie la ejecución de los avales presentados, entre los que figuran propiedades que forman parte del patrimonio personal y familiar de ambos empresarios.
"La caja está buscando formas de asegurarse de que va a cobrar el dinero prestado y mantiene el mismo grado de exigencia ante Díaz Ferrán y Pascual que con cualquier empresario, ya sea grande o pequeño", indicaron a Europa Press fuentes cercanas al consejo de Caja Madrid.
Las garantías tienen que suficientes y, sobre todo, "reales", al tiempo que deben permitir que Caja Madrid tenga el control sobre la eventual recuperación de la inversión que ha realizado, agregaron las mismas fuentes, tras recordar que la legislación vigente obliga a la entidad a velar por su solvencia, "lo que equivale a los intereses de sus accionistas y de sus clientes".
La caja que preside Miguel Blesa cree que no basta con una garantía hipotecaria y exige también como prenda las acciones de la filial de Marsans que es titular de la concesión del transporte interurbano de Alcalá de Henares.
El desencuentro con Caja Madrid se produjo a raíz del descubrimiento por parte de los técnicos de la caja de que las garantías iniciales del préstamo solicitado por Díaz Ferrán, que consistían en la pignoración de unas acciones de Marsans, habían sido puestas también en prenda para refinanciar una deuda con Banesto, maniobra considerada "inaceptable" por la cúpula de la entidad.
Esto provocó que el 15 de diciembre Caja Madrid abriera un expediente a Díaz Ferrán por el impago del crédito. Fuentes próximas a la entidad manifestaron a Europa Press que el empresario "ha transgredido la buena fe contractual no sólo como cliente, sino también como administrador de la caja" dada su condición de consejero.
Asimismo, criticaron su "irregular" comportamiento mercantil, "especialmente llamativo en alguien que asume el rol de patrón de patronos en una época en la que los empresarios deberían hacer bandera de la intachable gobernanza y la Responsabilidad Social Corporativa".
Algunos consejeros de la caja consultados por Europa Press han expresado su malestar por haberse enterado "muy tarde" del impago de Díaz Ferrán, y no descartan que sea el nuevo equipo de gobierno de la entidad que surja de la asamblea del día 28, y que capitaneará Rodrigo Rato, el que tenga que resolver el pago de esta deuda.
