MADRID, 11 Mar. (EUROPA PRESS) -
El consejero delegado de Banco Santander, Alfredo Sáenz, y el presidente de Banco Popular, Angel Ron, coincidieron hoy en la necesidad de que el sistema financiero español se reestructure cuanto antes, proceso que afecta fundamentalme a las cajas de ahorros, para lograr entidades fuertes y solventes y contribuir a reactivar la economía.
Sáenz insistió en que la reestructuración del sistema financiero español contribuirá a que las entidades puedan seguir ofreciendo crédito y financiando el crecimiento de la economía, al tiempo que instó al desarrollo de un sistema internacional que permita la caída de las entidades más débiles sin que ésto contagie al resto del sistema.
"En España es imprescindible que se haga bien la reestructuración, con un coste mínimo para el sector y con saneamiento de balances para seguir financiando la economía real de forma fluida y de forma sostenible", subrayó Sáenz.
Por su parte, el presidente de Banco Popular resaltó que el proceso de reordenación marcha "muy lentamente" en España y que debe concretarse, e insistió en que las entidades que reciban ayudas deben ser "obligatoriamente" reestructuradas, lo que supone una reducción de la carga administrativa y una reducción de oficinas.
"Si reciben ayudas publicas a cargo del contribuyente no pueden competir con esas ayudas para la captación de fondos. Es necesario que se cierre el proceso", subrayó Ron, quien destacó que es hora de que los órganos de las entidades afectadas tomen la iniciativa.
NUEVOS INSTRUMENTOS DE CAPITALIZACIÓN.
En este sentido, indicó que si el proceso no se acelera habrá que preguntarse cuál es la razón, y subrayó que si hay entidades que tienen dificultades para captar capital habrá que dotarlas de nuevos instrumentos que les permitan capitalizarse. "Se hace necesario reflexionar otras posibles soluciones que ademas va a suponer menos dinero publico", añadió.
Asimismo, el consejero delegado del Santander insistió en que la solución no pasa por sostener las entidades financieras si no están preparadas en el futuro, ya que el sistema no puede mantener una "capacidad instalada, modelos obsoletos, ni usar recursos para reajustar el sistema si no se hace a fondo".
EL CONTRIBUYENTE NO DEBE PAGAR LOS COSTES.
Ambos directivos también señalaron que ni el contribuyente ni los depositantes deben pagar los excesos cometidos por algunos bancos, sino los accionistas y los acreedores, y recordaron que se están tratando algunos temas laterales, como las retribuciones de los directivos, pero no esta cuestión que requiere más prioridad.
Durante su intervención en unas jornadas sobre el sistema financiero, organizadas por APD y Deloitte, Saénz también indicó que en España, el sector debe ajustar la expansión que ha llevado a cabo en los últimos años, reduciendo el número de oficinas y sus costes, y que las fusiones deben lograr entidades con balances saneados y que España debe recuperar la competitividad que ha perdido para reactivar la economía y su atractivo para atraer inversiones,
EVITAR LOS ERRORES DEL PASADO.
Asimismo, el consejero delegado del Santander indicó que la reforma del sistema que se acometa ahora debe servir para evitar que se produzcan en el futuro los mismos errores que se cometieron en el pasado e insistió en que los gobiernos internacionales evitaron la caída de entidades para no contagiar al resto del sistema, pero que en caso de haber tenido un sistema para dejar caer entidades, la actuación con Lehman Brothers habría sido diferente.
Por otro lado, Ron señaló que la banca se enfrente a numerosos retos durante 2010 dada la situación económica, pero vaticinó que la morosidad se frenará y que las entidades lograrán contener la caída de sus margenes, al tiempo que subrayó que las entidades del futuro tendrán que tener una mayor solvencia y mayor capital y la posibilidad de seguir genernando negocio recurrente.
