PSOE y nacionalistas dan margen al PP para acordar cambios en la Ley de Cajas y no apoyan retirarla

Luis de Guindos en el Congreso
EUROPA PRESS
Europa Press Economía Finanzas
Actualizado: jueves, 17 octubre 2013 13:51

MADRID, 17 Oct. (EUROPA PRESS) -

El PSOE y los nacionalistas de CiU y PNV han dado este jueves margen al PP para acordar cambios en el proyecto de ley de Cajas de Ahorros y Fundaciones Bancarias, y no apoyarán ninguna de las cinco enmiendas de totalidad presentadas por la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), UPyD, Amaiur, ERC y BNG pidiendo la devolución del texto al Gobierno.

El portavoz socialista de Economía, Valeriano Gómez, ha justificado su abstención en que este proyecto continúa con una reestructuración financiera que ya había comenzado --en parte con el propio Gobierno socialista--, aunque ha señalado que "el texto todavía arrastra resquemores frente a un modelo de cajas que no debería ser arrumbado aprovechando la crisis" y ha avisado de que hay que trabajar para que las ayudas al sector lleguen a la economía.

Además, ha defendido la "función insustituible" de las cajas como "motor del crecimiento territorial" y para el acceso al crédito de sectores de la población "históricamente vetados", y ha rechazado que la crisis tenga que ver con el modelo sino con la gestión del negocio. "Por eso creemos que hay que revisar el sistema para mejorar su gobernanza y su capacidad de capitalización", ha dicho, recordando que ha habido entidades "ejemplo de magnífica gestión".

"Nuestra abstención es una llamada al diálogo. Las mejores leyes son las que tienen mayor y más diverso apoyo", ha añadido, precisando que sus "preocupaciones" se centran en la función del protectorado de las fundaciones, el respeto a las competencias autonómicas, la posible "discriminación" a las fundaciones bancarias respecto a otros 'accionistas', el perjuicio que un fondo de reserva residenciado en la fundación puede causar en la obra social, y un régimen de incompatibilidades excesivamente estricto.

POR EL TALANTE DEL MINISTRO

Por su parte, Josep Sánchez Llibre (CiU) ha reconocido que si no hubiera sido por el "talante" del ministro de Economía, Luis de Guindos, quizás su grupo habría presentado o apoyaría las enmiendas de totalidad, pero confía "en la posibilidad de un diálogo fluido y profundo" durante la tramitación.

En concreto, le preocupan aspectos competenciales, sobre todo durante el periodo de transición de las actuales cajas a las fundaciones bancarias; y también el refuerzo del papel de estas nuevas entidades para que "en el futuro jueguen un papel relevante" en los ámbitos del mecenazgo social, cultural, científico y asistencial, de tal manera que "puedan continuar siendo un buen mecanismo de financiación para pymes, autónomos y familias".

Además, cree necesario "clarificar" aspectos sobre el papel de los protectorados en las fundaciones fuera de su ámbito territorial, y ha reclamado que sus directivos de las cajas que "han preservado su solvencia" y han estado bien gestionadas puedan seguir teniendo un rol relevante. "Hay que premiar a las personas que han jugado un papel importante en la reestructuración financiera", ha dicho.

"SE CERTIFICA LA PRÁCTICA DESAPARICIÓN DE LAS CAJAS"

Más pesimista se ha mostrado Pedro Azpiazu (PNV), para quien esta ley "certifica la práctica desaparición de las cajas" a pesar de que ha habido entidades "bien gestionadas" y que algunos bancos también han necesitado ayuda. Así, ha criticado el "café para todos" aplicado al sector en lugar de buscar modificaciones en el régimen corporativo.

"Nos parece injusto y nos gustaría que el viento soplase en dirección contraria. Hubiéramos preferido que las cosas discurrieran por un camino diferente, encontrando un procedimiento que permitiera la subsistencia de las cajas, que han prestado un importante servicio a los ciudadanos, un beneficio benéfico y social, y un claro vínculo territorial", ha lamentado.

Además, cree que el proyecto de ley pone en riesgo la libre competencia en el sector, abriendo al puerta a oligpolios, y ha deseado que éste y otros temas --como la invasión competencial o la posible inconstitucionalidad en la que, a su juicio, puede incurrir la norma--, se puedan superar.

IU, "DE LUTO" POR LAS CAJAS

El portavoz económico de IU-ICV-CHA, Alberto Garzón, ha afirmado que hoy está "de luto" por las cajas, unos instrumentos "muy útiles" para la economía que han sido "desvirtuados" en los últimos años con una bancarización progresiva, la "imitación de procesos altamente especulativos" de los bancos privados y el "olvido de sus orígenes" de apoyo a los sectores más desfavorecidos y pegados al territorio. "Se primó el beneficio a cualquier precio", ha añadido.

Sin embargo, ha criticado que esos problemas traten de atajarse con una ley que "da el golpe final" a las cajas y que permite a los bancos "alcanzar ese botín que siempre quisieron". "El problema no era el instrumento sino la forma de gestionarlo, porque dentro de las cajas tenemos ejemplos muy distintos", ha dicho, argumentado que "lo lógico" habría sido evitar que "en determinados territorios se usaran las cajas para favorecer la política del pelotazo".

Por ello, duda de que esta norma vaya a evitar que este tipo de problemas se repitan o a sanear el sector, que a su entender no ha quebrado gracias a las ayudas públicas pero tampoco funciona mejor dado que el crédito no llega a la economía real. Antes al contrario, cree que se está fomentando "una nueva burbuja (de liquidez) que acabará estallando" y lamenta que se pierda una oportunidad para solucionar, desde una banca pública, problemas económicos como el de la demanda interna o el cambio de modelo productivo.

SE QUEDA CORTO

Por su parte, el diputado de UPyD Álvaro Anchuelo cree que la ley se queda corta, ya que sería "un error no haber aprendido bien las lecciones del pasado" y "mantener algunos rasgos esenciales" de las cajas que han llevado a la crisis, como por ejemplo el control autonómico, la escasa despolitización o los posibles "conflictos de intereses" de dar un peso excesivo a los grandes depositantes en las decisiones que luego les afectarán.

También con respecto a las fundaciones ve las previsiones "insuficientes y poco ambiciosas" y ha reclamado un régimen de incompatibilidad "más riguroso", cargando en este punto contra "las personas con poder de este país, que no están dispuestas a ceder ni un ápice por mucha crisis que haya y ni siquiera están dispuestos a poner un hombre de paja (en la caja o la fundación) porque quieren estar en un sitio y en otro".

"Habría que haber ido mucho más allá. (Con esta ley) se heredarán personas y, con ellas, malos hábitos. Es un error", ha añadido, lamentando que tampoco se haya aprovechado para sacar "otros cadáveres del armario", como las responsabilidades por la quiebra de las entidades.

CENTRALIZA E INVADE COMPETENCIAS

Por el BNG, Olaia Fernández Davila ha criticado una norma que "bancariza" las cajas y "centraliza" e "invade" competencias en materia financiera, y ha reprochado que el Estado se arrogue la facultad de definir un "modelo único y homogéneo" que, además, "no contribuirá a evitar nuevas crisis".

Alfred Bosch, de ERC, ha coincidido en que se "continúa la cadena de grandes errores compartidos por PP y PSOE" y ha alegado que éste no es un problema de la dispersión o del tamaño de las cajas, sino de que se busca "recentralizar y atacar competencias autonómicas" basándose en un diagnóstico errado. Finalmente, Rafael Larreina (Amaiur) comparte que hacen falta reformas financieras pero "en la dirección contraria" para tener un sistema "próximo a las necesidades de la ciudadanía y territoriales".

Por último, la 'popular' Irene Garrido ha expresado su "satisfacción" por la decisión de PSOE, CiU y PNV de no vetar el proyecto, lo que le "hace pensar que existen espacios de encuentro". "Los vamos a buscar, y me encantaría que los halláramos. Tengan la seguridad de que el PP apoyará las aportaciones que contribuyan a alcanzar el objetivo perseguido por este proyecto, que no es otro que devolver a las cajas su función tradicional", ha añadido.

Contenido patrocinado