Ron afirma que el "relax" en el control del gasto público tendría "consecuencias devastadoras"
MADRID, 24 Nov. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Banco Popular, Ángel Ron, ha afirmado este martes que la "abrasiva regulación" a la que están sometidas las entidades tras la reestructuración del sector financiero "pone un freno" a los propios bancos para apoyar la recuperación económica del país.
En declaraciones a la Cadena Cope, recogidas por Europa Press, Ron ha señalado que la intervención del sistema y las ayudas públicas que se otorgaron a las cajas de ahorros "ha contaminado a todos" sus integrantes.
"No hemos sido conscientes del daño que nos ha producido la petición de ayuda por parte de esas entidades, que han puesto a todo el sector en el foco y somos objeto de una regulación que yo califico de abrasiva", ha dicho.
El directivo ha apuntado que a día de hoy el sector financiero español es "mucho más solvente" que hace unos años y cuenta con una situación de liquidez "mucho más positiva", aunque tiene un problema de rentabilidad. Así, ha precisado que en un momento en que tanto empresas como familias están devolviendo deuda, con un entorno de tipos de interés próximos a cero, para los bancos es "muy difícil conseguir (buenos) márgenes".
Por ello, ha apuntado que las palancas para conseguir beneficios se encuentran en recortar la estructura de costes y hacer menos provisiones aprovechando la mejora económica. No obstante, ha indicado que esto "tiene un recorrido muy limitado", por lo que la consecuencia será una mayor concentración del sector.
"En la medida en que se pide más capital a los bancos y hay menos negocio, las posibilidades de retribuir ese capital son cada vez menores y la capacidad de atraer capital para financiar la actividad económica se hace cada vez más complicado", ha resumido Ron, quien ha añadido que no ha visto en ningún programa electoral para los comicios del 20 de diciembre ninguna medida que tome como prioridad reducir la presión regulatoria sobre la banca.
LOS MERCADOS NO ESPERAN GRANDES CAMBIOS DEL 20D
Ron ha subrayado que, a día de hoy, los mercados no esperan de las elecciones españolas "grandes cambios" en materia económica, sino continuidad. "No da igual que un partido extremista pueda condicionar la política económica pero, una vez descartado eso, ya entraremos en el ajuste fino cuando los resultados estén encima de la mesa y según se vea una perspectiva de legislatura corta o larga, reformista o no reformista", ha agregado.
El presidente de Popular, que entiende que lo peor de la crisis ya ha pasado y actualmente el país observa un "escenario de recuperación", ha abogado por continuar con las reformas, dado que el nivel de deuda pública español continúa siendo muy elevado y el nivel de paro "excesivo". También ha insistido en la necesidad de reindustrializar el país y en mejorar la productividad.
En este sentido, considera que España debería "producir más por cada hora" de trabajo, algo que "solo se puede hacer con trabajos de mayor calidad a los que se pueda retribuir más en función de lo que produzcan".
CONTINUAR CON LAS POLÍTICAS DE AJUSTES
Con la vista puesta en las elecciones de diciembre y la llegada de un nuevo Gobierno, Ron ha advertido de que el "relax" en el control del gasto público tendría "consecuencias devastadoras" y ha recordado que España tiene "una enorme deuda pública equivalente a su PIB". "La deuda pública es muy dependiente de la actuación política y el relax en las políticas de ajuste sería devastador", ha advertido.
Respecto a la cuestión catalana, el directivo cree que será "el principal reto político" del próximo Gobierno y ha asegurado que, en su opinión, "no cabe otra solución que desilusionar a aquellos que apuestan por romper el país", al tiempo que ha defendido la necesidad de proteger la seguridad jurídica y política de España.
Finalmente, el presidente de Banco Popular se ha referido a la política de desahucios y ha destacado que generalizar la dación en pago sería "pernicioso" para las familias, ya que, de este modo, la única garantía del banco para financiar una vivienda sería la propia vivienda, y esto haría que los porcentajes de financiación y los valores fueran más bajos y el acceso a la vivienda, más complicado.
