Alrededor de 72.000 actas de inspección podrían anularse cada año
MADRID, 15 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Agencia Estatal de la Administración Tributaria (AEAT) podría perder cerca de 4.000 millones de euros anuales debido a una "grave irregularidad" en el procedimiento de inspección derivada de la puesta en marcha del nuevo sistema informático 'Ares', según el colectivo de Técnicos Financieros del Ministerio de Economía y Hacienda (Gesta).
Gestha explica que esta irregularidad consiste en la intervención del inspector jefe o alguno de sus adjuntos en la instrucción de las futuras actas, cuando su responsabilidad no es la obtención de pruebas sobre terceros, sino la resolución del procedimiento de inspección.
De esta forma, con una simple firma digital, el inspector asume la autoría de estos requerimientos, mientras que, según Gestha, la AEAT "simula" así la participación de los funcionarios del cuerpo de inspectores en todas las inspecciones.
Los técnicos de Hacienda advierten que este nuevo programa informático para la obtención de información sobre el contribuyente, vulnera el principio legal de separación de las fases de instrucción y de resolución, por lo que puede derivar en la nulidad de las 72.000 actas de inspección que se levantan cada año, según datos de la memoria 2005 de la AEAT.
Además, añade que este "vicio de nulidad" también podría afectar a aquellos expedientes que hayan entrado en los Tribunales Económico Administrativos (TEA), con lo que se perjudicaría la eficacia y eficiencia de la gestión del erario público, según ha puesto de manifiesto la Asociación Profesional de Ponentes de los Tribunales Económico Administrativos Regionales (Tear).
Gestha ampara esta denuncia de nulidad en la reiterada doctrina del Tribunal Constitucional que pretende preservar la presunción de inocencia del contribuyente y garantizar la imparcialidad de quien resuelve los procedimientos administrativos susceptibles de producir efectos desfavorables o de gravamen.
Gestha recuerda que el procedimiento de inspección es un proceso "inquisitivo", orientado a la obtención de pruebas, casi siempre para tratar de demostrar que el contribuyente no ha cumplido todas sus obligaciones tributarias.
SEPARAR LAS FASES DE INSTRUCCIÓN Y RESOLUCIÓN.
Es por esto por lo que considera que para preservar las garantías de los ciudadanos, deben separarse absolutamente las fases de instrucción o recopilación de pruebas y la de resolución, en la que un funcionario diferente, el inspector jefe resuelve a la vista de las pruebas obtenidas y las alegaciones del contribuyente.
Con el fin de solventar esta irregularidad, Gestha ha instado al Ministerio de Economía a que atribuya a los Técnicos de Hacienda la totalidad de la instrucción de los procedimientos de inspección que se les asignen, entre los que se encuentran la realización y firma de estos requerimientos de información.
