Economía/29-S.- Boyer dice que la huelga general "va a tener poco éxito" y critica la "demagogia" de los sindicatos

Actualizado: lunes, 13 septiembre 2010 16:39

Dice que la economía española no registrará crecimientos negativos en el segundo semestre


MADRID, 13 Sep. (EUROPA PRESS) -

El ex ministro socialista de Economía, Hacienda y Comercio Miguel Boyer cree que la huelga general del 29 de septiembre "va a tener poco éxito" porque, aunque los ciudadanos están descontentos, también "tienen un sentido común bastante notable" y entienden que los pasos que está dando el Gobierno son necesarios. En este sentido, no dudó en tachar de "demagógicos" a los sindicatos CC.OO. y UGT.

Durante un desayuno informativo organizado por Vanity Fair, Boyer quiso destapar el verdadero sentir de unos sindicatos que, a su juicio, "entienden mucho mejor los problemas en las distancias cortas" y que se ven atrapados en la necesidad de "tener que defender cualquier cosa que parezca que va en contra de su electorado".

"No es fácil ser sindicalista a estas alturas de la historia", ironizaba antes de señalar que, se quiera o no, la situación económica requiere hacer una "operación quirúrgica" que en principio "duele", pero que luego servirá para tener una economía más saneada.

Esta operación comenzó con los recortes para ajustar el déficit. Al respecto, el ex ministro de Economía consideró que el Gobierno "hizo los deberes", después de que la crisis de la deuda de la pasada primavera obligara a todos los países a virar en sus políticas de estímulos.

"Había que evitar el riesgo gravísimo de que se cortara el crédito porque habría tenido consecuencias desastrosas", defendió Boyer antes de añadir que, una vez hechos los primeros recortes y tras la subida del IVA en julio, ya se están observando los primeros efectos beneficiosos en una subida "muy notable" de los ingresos públicos, superior incluso a lo previsto.

En cuanto a la reforma laboral, Boyer defendió que era necesario realizarla y explicó que no está llamada a crear empleo, sino a introducir más estabilidad en el mercado laboral. Así, aseguró que la reducción del coste del despido no afectará a los más de 15 millones de empleos que cuenta con una indemnización de 45 días por año, y sí permitirá una contratación más estable a los alrededor de 5 millones de trabajadores en situación de temporalidad.

"Para que haya contratos fijos, el despido tiene que ser más barato, la experiencia ha demostrado eso", argumentó para insistir a renglón seguido que "los sindicatos no han querido o no han podido explicar que la reducción del coste del despido va a tener un efecto más benéfico para los jóvenes". "Es fácil hacer demagogia", reiteró.

SIGUIENTE PASO, LOS PRESUPUESTOS.

Hechas estas consideraciones, Boyer indicó que el Gobierno debe seguir adelante con su plan de recortes y, en este sentido, consideró que la aprobación de los Presupuestos para 2011 es "decisiva". En su opinión, si se hacen bien, disminuirán "de manera notable" las especulaciones y los temores sobre la deuda española.

"Ahora no hay nada más importante que despejar las dudas sobre el ajuste que hay que hacer en 2011", según el ex ministro socialista, quien, por otro lado, confía en el buen hacer del Gobierno y de su vicepresidenta económica, Elena Salgado, de quien dijo "es muy buena recortando".

Ahora bien, ante la necesidad del Ejecutivo de lograr el respaldo del PNV a las cuentas del próximo año, Boyer advirtió de que éstas deberían tratarse con la gravedad que requieren en medio de una crisis, en un ambiente similar al que rodeó a los Pactos de la Moncloa, es decir, pensando en el interés común y no tratando de sacar "ventajas políticas".

Preguntado por la conveniencia de subir impuestos para mejorar la recaudación, Boyer se mostró partidario de incrementar la presión fiscal del 32% actual al 40% de media de la eurozona, pero consideró que la coyuntura no es la más adecuada. Así, explicó que las diferencias con otros países se centran, primero, en los impuestos indirectos, cuya subida implicaría una penalización del consumo.

En segundo lugar, dijo que en España se pagan menos cotizaciones sociales, pero que el 75% de ellas las costean los empresarios, con lo que "no se les podrían subir más" y el incremento debería recaer en la cuota de los trabajadores. "¿Eso es factible?", cuestionó el economista.

Por último, afirmó que habría un margen de subida en la imposición de las rentas de los más ricos, si bien consideró que sería necesario subir "notablemente" el tipo marginal del 43% para poder tener un efecto recaudatorio visible, sin contar con la posible fuga de capitales que ello podría acarrear.

NO HABRÁ RECAÍDA EN EL SEGUNDO SEMESTRE.

En cuanto a la situación económica, Boyer afirmó, al mismo tiempo que la Comisión Europea auguraba una recaída de la economía española en el segundo semestre del año, que "la recuperación será más lenta" por el "desplome" de la construcción, pero que hay "brotes verdes" que hacen descartar crecimientos negativos de la economía en lo que queda de año.

En sus cálculos, se prevé que el PIB español podría perder algo de inercia y pasar de las subidas de los dos primeros trimestres a crecimientos cero, pero, en todo caso, ello permitiría cerrar el año con un descenso del 0,2%, una décima inferior al 0,3% que prevé el Gobierno.

Más lenta irá la recuperación del empleo, cuya creación neta se demorará, según el economista, hasta mediados de 2011, "cuando la demanda tenga suficiente tirón". El principal problema será la recolocación de los parados de la construcción.

En cifras, de los 2,7 millones de trabajadores que se empleaban en construir 760.000 viviendas y otras construcciones en 2007, sólo seguirán en el tajo 1,6 millones una vez que la producción se estabilice 360.000 viviendas anuales, un 50% de lo anterior, y las otras construcciones en un 66% de lo anterior, tras la absorción del 'stock', que sucederá antes de dos años y medio.

Del más de un millón de parados que no volverán a encontrar empleo en la construcción, una parte habrá de ser 'reciclada' en otros sectores y otra tendrá que emigrar.

DECEPCIONADO CON BASILEA III.

Por último, en relación con el acuerdo de Basilea III para elevar las reservas de capital de la banca, Boyer se mostró "decepcionado". En su opinión, "se ha ido a las cosas fáciles" en lugar de atajar las malas prácticas de los bancos.

Según dijo, de nada servirán mayores reservas si no se cuida que no se den créditos con apalancamientos excesivos o si no se incrementan las provisiones de las entidades que tengan concentrada su actividad en un mismo sector. "No soy muy entusiasta con lo que se ha hecho", sentenció.