Economía/Laboral.- La crisis requiere una negociación colectiva más flexible y más próxima a las empresas, según Esade

Actualizado: miércoles, 4 febrero 2009 14:27

Apuesta por una reforma laboral que mejore los servicios públicos de empleo y critica la falta de liderazgo de los agentes sociales


MADRID, 4 Feb. (EUROPA PRESS) -

La negociación colectiva debería modificarse en 2009 para contemplar un marco más flexible, en el que se dé más peso a la negociación a nivel de empresa, para adaptar la situación particular de cada una de ellas y sus trabajadores a la actual crisis económica, según la escuela de negocios Esade.

Durante un desayuno informativo, en el marco de la segunda sesión del Observatorio de la Crisis de la escuela, la profesora del departamento de Derecho de Esade, Esther Sánchez, indicó, por ejemplo, que muchas pequeñas empresas que se rigen por convenios sectoriales se ven en un "callejón sin salida" cuando necesitan ciertos ajustes salariales o de tiempos de trabajo que contravienen a estos convenios y tienen como "alternativa última" el despido.

Por ello, apostó por dar más peso a la negociación colectiva "informal" en el ámbito de la empresa y mantener los convenios colectivos sectoriales para regular cuestiones "estratégicas".

Esta mayor flexibilidad tendría, como reconoció, ciertas contrapartidas para ambas partes. Por un lado, requeriría convencer a los empresarios de que una negociación colectiva bien gestionada implica beneficios y no sólo sacrificios y, por el lado de los trabajadores, podría implicar "mermas" en sus condiciones laborales.

NECESIDAD DE UNA NUEVA REFORMA LABORAL.

Por otro lado, Sánchez apostó por empezar a gestar en 2009 una reforma laboral que aborde con perspectiva los problemas estructurales del mercado de trabajo que hacen que España "se salga de todas las estadísticas" sobre desempleo en Europa.

La revisión del marco laboral debería apostar por unos servicios públicos de empleo y unas políticas activas de empleo de mayor calidad, diseñados para aportar formación a los desempleados y para localizar nichos de empleo, con el fin de facilitar una rápida recolocación de los desempleados.

En otras palabras, Sánchez apostó por superar la visión "paliativa" de estos servicios y desarrollar otra "estratégica", algo en lo que, en su opinión, no incide la reforma puramente "administrativa" que planea el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho.

Sólo así, entiende Sánchez, se puede caminar hacia un mercado de trabajo marcado por el "talento" y el "conocimiento" después de muchos años en los que ha primado la "cantidad" y el "coste" del capital humano.

Sin embargo, la profesora del departamento de Derecho de ESADE se mostró contraria a abaratar el despido, como piden los empresarios, argumentando que este procedimiento ya es menos problemático en España que en muchos países europeos. Además, indicó que el coste salarial es más barato en España que en otros países, mientras que sus tasas de temporalidad son también más altas.

Otras de las fórmulas aportadas para luchar contra el deterioro del mercado de trabajo serían adoptar una "inminente" reforma de la regulación de los expedientes de regulación de empleo para evitar que las prejubilaciones supongan un coste al erario público, abrir un debate sobre la prolongación de la vida laboral y corregir la "cultura funcionarial" existente aún entre muchos trabajadores.

UNA ESPAÑA HUERFANA DE LIDERAZGO.

Por otro lado, Sánchez acusó al Gobierno de falta de liderazgo, y advirtió de que su cometido es gobernar sin verse "condicionado" por el diálogo social. "El consenso dificulta avanzar en una dirección", dijo.

Además, criticó lo estéril de las, su juicio, escasas medidas en materia de empleo adoptadas en el marco del plan español para el estímulo de la economía. Así, consideró limitada la efectividad de la posibilidad de capitalizar el 60% de la prestación por desempleo para constituirse en autónomo y de la bonificación de los contratos indefinidos con hijo a cargo.

Con todo, las peores críticas se las repartieron patronal y sindicatos, a los que acusó de ser una "correa de transmisión política" y de falta de capacidad de representación, por cuanto están alejados de la realidad de las empresas y los trabajadores.

En este contexto, pronosticó que "se incrementará la tensión social", precisamente porque los sindicatos tratarán de no perder su liderazgo.