MADRID, 28 Abr. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de CC.OO., José María Fidalgo, criticó hoy, en la celebración del Día Internacional de la Seguridad y Salud Laboral, que el Gobierno no se haya impuesto ante la inseguridad laboral con la misma dureza que lo ha hecho en otras áreas, como el carné por puntos o la Ley Antitabaco.
Según Fidalgo, el Gobierno tiene una responsabilidad altísima en materia de salud laboral y seguridad en el trabajo, reivindicando la necesidad de hacer leyes en este sentido de la "misma dureza" que las realizadas contra las imprudencias en el tráfico y contra el tabaco.
Asimismo, comparó al Gobierno Socialista con el de Aznar y recordó que en ambos se creaba empleo, temporalidad y que en los dos "sigue habiendo siniestralidad y mortalidad laboral".
A su juicio, es importante distinguir entre las responsabilidades recodando que éstas no son sólo de los empresarios y recordó que en Europa los gobiernos son "más celosos en la aplicación de las leyes, y el número de inspectores laborales se multiplica".
Arremetió contra los "éxitos" que se adjudica --en su opinión-- el Ejecutivo y advirtió que llega la época de las "duras", y que están relacionadas con los problemas laborales.
CONSTRUCCIÓN, "DONDE MUERE MÁS GENTE"
También subrayó respecto a la siniestralidad laboral en España, que en el sector de la construcción es "donde muere más gente, ya sea en las furgonetas por accidentes de tráfico o cayéndose del andamio, que son menos casos pero también ocurren". "Son los sectores maltratados y peor pagados", se quejó.
En cuanto a la lucha para prohibir el amianto en los lugares de trabajo, tema que protagonizó la jornada de hoy, Fidalgo recordó que por fin "se va a conseguir el acuerdo" que incluirá la enfermedad provocada por este material tóxico "como enfermedad profesional", aunque auguró que, lamentablemente, en el futuro "se seguirá matando gente y dejando de cualificar a empleados".
En este sentido, miembros de CC.OO entregaron en el Congreso de los Diputados una carta en la que explican las consecuencias del contacto de trabajadores con el amiento --500.000 personas en los próximos 30 años a causa del material tóxico y 250.000 padecerán cáncer-- y en la que expresan las reivindicaciones que ya transmitieron al respeto, a la Secretaría de Estado de Seguridad Social.
El documento también contempla la petición de implicación en el control, gestión y eliminación del amianto a otros ámbitos de la Administración Central y las autonómicas, y reclama "protección médica y económica que conlleva el reconocimiento de la enfermedad", según explicó en las puertas del Congreso el secretario confederal de medio ambiente y salud laboral, Joaquín Nieto.
Por su parte, Fidalgo también abogó una vez más por la sindicalización de todas las empresas y animó a que "todos" practiquen lo que predican, así como a basar la actividad del sindicato en sus valores, y "ser solidarios con los más débiles, que son los que están muriendo".