Economía/Laboral-Las mujeres cobran un 15% menos y tienen serias dificultades para conciliar vida familiar y profesional

Actualizado: viernes, 24 febrero 2006 18:59

Un estudio de la CE revela escasos avances en materia de igualdad de género y la persistencia de estereotipos

BRUSELAS, 24 Feb. (EUROPA PRESS) -

La Comisión Europea (CE) dio hoy la voz de alarma sobre los escasos avances en materia de igualdad de género en el conjunto de la Unión Europea, donde las mujeres siguen teniendo salarios un 15% inferiores al de los hombres y serias dificultades para conciliar la vida familiar y profesional, debido, entre a otras cosas, al hecho de que no han logrado desterrarse del todo los estereotipos.

Según un informe presentado hoy por el Ejecutivo comunitario y que se hará llegar a los Jefes de Estado y de Gobierno de los Veinticinco en la cumbre de primavera, los próximos 23 y 24 de marzo, las mujeres trabajadoras se concentran en un número limitado de sectores productivos, como la educación, la salud o la administración pública, suelen tener empleos a tiempo parcial y ganan menos, sobre todo porque ocupan profesiones peor remuneradas. Además, son pocas las que tienen puestos de responsabilidad.

El dato positivo, según la Comisión, es que el 75% de los nuevos empleos creados en la Unión Europea durante en los últimos cinco años los ocupan mujeres. Sin embargo, cuando se pregunta a los expertos comunitarios si los Estados miembros están haciendo lo suficiente para reducir la discriminación la respuesta es clara: "Todavía quedan cosas por hacer". Entre ellas, se llama la atención sobre la necesidad de superar los estereotipos y los sistemas de remuneración y evaluación basados en el prejuicio, que lastran el depegue laboral de las mujeres.

De hecho, es intención del comisario responsable del área, Vladimir Spidla, presentar una especie de 'hoja de ruta' con recomendaciones concretas para avanzar hacia la igualdad entre hombres y mujeres. En ella, según explicó hoy su portavoz, Katharina von Schnurbein, se plantearán seis áreas prioritarias con otras tantas acciones clave que deberán poner en práctica los países. La iniciativa se lanzará el 3 de marzo, pocos días antes de la celebración del día de la mujer trabajadora, el 8 de marzo. "Es inaceptable que la mitad de la población esté discriminada con respecto a la otra mitad", se lamenta Spidla.

A pesar de la que la evolución favorable del empleo femenino ha llevado aparejada una reducción de las diferencias entre hombres y mujeres en materia de empleo, persisten notables desequilibrios salariales. Además, el informe indica que se está acentuando la segmentación del mercado de trabajo, tanto desde el punto de vista sectorial como profesional. De cada diez puestos de trabajo en la administración, los servicios sociales, la salud o la educación, cuatro son ocupados por mujeres.

Otro foco de preocupación es el trabajo a tiempo parcial, que es el que tiene el 32% de las mujeres, mientras que este porcentaje es sólo del 7,4% en el caso de los hombres. Si se observa lo que ocurre con las carreras profesionales también se confirma la desigualdad, dado que en las empresas sólo el 10% de los miembros del consejo de administración y el 3% de los directores generales son mujeres.

"La distancia salarial entre hombres y mujeres sigue siendo inaceptable y no se observa ningún signo de recorte notable. Como media, las mujeres ganan un 15% menos que los hombres por hora de trabajo debido, simultáneamente, a la falta de respeto sobre la legislación de igualdad de remuneración y a un buen número de desigualdades estructurales, como la segmentación del mercado de trabajo, el sistema laboral, el acceso a la educación y a la formación, el caracter discriminatorio de los sistemas de evaluación y remuneración y la exitencia de estereotipos", reseña el documento.

RIESGO DE EXCLUSION.

En la misma línea, alerta de que el riesgo de exclusión social es algo mayor en el caso de las mujeres en todas las etapas de su vida, lo que refleja, según la Comisión Europea, que la participación femenina en el mercado laboral es en general más débil. En particular, el riesgo de pobreza es más elevado en el caso de las mujeres de mediana edad y el sector de los padres monoparentales con hijos a su cargo, un grupo integrado esencialmente por mujeres, prosigue el texto presentado hoy.

La distancia entre hombres y mujeres en materia de empleo sigue siendo significativa, aunque oscila considerablemente dependiendo del país, desde menos de 10 puntos porcentuales en Suecia, Finlandia, Dinamarca o los países bálticos, a los más de 20 puntos en Chipre, Luxemburgo, Italia, Grecia, Malta o España.

En el caso de las tasas de desempleo, si se comparan las cifras de 2004 con las de 1999, los avances mayores para reducir la distancia entre hombres y mujeres se produjeron en Grecia, Italia y España, así como en Chipre, Alemania, Polonia, Francia, República checa y Bélgica.

Con respecto a los puestos de decisión, y en concreto en la política, las mujeres ocupaban en 2005 el 23% de los asientos parlamentarios, proporción que sube un tercio en Suecia, Dinamarca, Países Bajos, Finlandia, Bélgica y España, pero es un 15% menor en Grecia, Irlanda, Eslovenia, Italia, Hungría y Malta.

MENOS HIJOS

En cuanto a la edad a la que las mujeres europeas tienen su primer hijo, el informe revela que va de los 24,5 años de media en el caso de los países bálticos hasta los 29 años en el de las alemanas, holandesas, británicas y españolas. En todo caso, se pone de manifiesto que, entre 1999 y 2003, se ha aumentado desde el 0,1 en España hasta el 1,3 en la República Checa.

La ausencia de una verdadera política de conciliación de la vida familiar y profesional no sólo perjudica la posición de las mujeres en el mercado de trabajo, sino que contribuye, igualmente, a reducir su tasa de fertilidad, algo que influye en la economía europea, como se ha puesto recientemente de relieve en los informes que Bruselas ha elaborado sobre el futuro de las pensiones.

La Comisión Europea quiere que los Estados miembros hagan sus deberes en el capítulo de la conciliación poniendo, por ejemplo, a disposición de las mujeres trabajadoras guarderías o centros de atención a los niños de mejor calidad o desarrollando políticas más propicias a favorecer la igualdad entre los sexos. Y sugiere que hagan uso de los fondos estructurales comunitarios para resolver los problemas ligados a la desigualdad de género.