ELA cree importantísima la aportación de ETA con el alto el fuego y defiende acuerdo de mínimos entre soberanistas

Actualizado: domingo, 9 abril 2006 13:38

Advierte de que el PSOE "buscará dividir al soberanismo" para después "ir a un diseño estatutista"

BILBAO, 9 Abr. (EUROPA PRESS) -

El secretario general de ELA, José Elorrieta, consideró hoy "importantísima" la aportación política de ETA tras el anuncio de alto el fuego, ya que "abre una nueva situación en la que ya no cabe hablar de genralidades", y defendió la necesidad de alcanzar un acuerdo de mínimos entre las fuerzas soberanistas para abrir un proceso que lleve a una consulta.

En una entrevista en el diario Gara, recogida por Europa Press, Elorrieta asegura que, tras la manifestación del pasado 1 de abril en Bilbao, habría que dividir el proceso "en dos partes", por un lado, la desmilitarización y, por otro, la cuestión política.

Afirma que el proceso de desmilitarización "ya tiene sus interlocutores, que son ETA y el Estado", aunque anima al resto de agentes a no "desentenderse del tema porque habrá atascos", y reconoce que este proceso tiene que llegar "a la desaparición de la violencia como expresión política y a que los presos y las presas estén en su casa".

Respecto a la "cuestión política", asevera que hay que tener en cuenta "a dónde queremos ir y cómo queremos ir", ya que, según epxlica, "se puede ir a un planteamiento neoestatutista o a un planteamiento soberanista".

En este sentido, considera que "en un planteamiento neoestatutista hay que hacer lo que han hecho los catalanes: hacer una propuesta que será corregida y rebajada por el Estado, con lo que el Estado tutela ese proceso", mientras que, remarca, la vía soberanista implica "retomar el desafío del lehendakari en las Cortes generales: en un tiempo sin violencia, ir a una consulta de autodeterminación".

"Es un tema que hay que resolver en el ámbito vasco, que hay que consensuar en sede parlamentaria y en el ámbito social, y con esa legitimación se va a una consulta que no pasa por Madrid y que es el punto de inflexión que marca que el proceso soberanista entra en otra fase", agrega.

ALIANZAS

A su juicio, "en función de adónde se quiera ir se han de definir las alianzas", si bien cree "lógico" hacer una alianza con fuerzas del Estado "para hacer un planteamiento neoestatutista". "Lo que nosotros no vemos es que se vaya a un acuerdo soberanista y se diga que hay que hacer un acuerdo trasversal en materia de soberanía", manifiesta.

Asegura que decantarse por un diseño soberanista, supondría "un diseño de confrontación democrática de dos soberanías, la vasca frente a la española", ya que, reconoce, "no hay ningún precedente prácticamente en el mundo en el que un ámbito cede soberanía a otro sin confrontación". "La posición de ELA es que no es posible ir a un diseño soberanista con alianzas, aunque sean tácticas, que pretendan abordar cuestiones de soberanía con fuerzas españolas", señala.

Recalca que una mesa de partidos "es útil para un proceso de normalización democrática" porque "el desaguisado del Estado de Derecho es tremendo", y critica los encarcelamientos de Otegi, Petrikorena y Olano o el Pacto Antiterrorista "que, además de sus efectos, marca una cultura política".

"Las fuerzas estatales debieran hacer una autocrítica de la utilización antidemocrática que han hecho del Pacto Antiterrorista, tiene que percibirse que nunca más se van a violentar las reglas de juego de un Estado democrático", reflexiona.

NORMALIZACIÓN

Para Elorrieta, el proceso de normalización "no sólo" significa que Batasuna pueda participar en las elecciones, "eso son cosas obvias e inmediatas", afirma, porque considera que en Euskadi "ha habido mucha anormallidad política estructural por parte de las fuerzas estatalas", y cree que para establecer unas reglas como las que se fijaron en el Acuerdo de Stormont, en el proceso irlandés, "sería necesario que el bloque soberanista tuviera suficiente solidez y/o que el PSOE hubiera hecho una reflexión sobre la primera transición".

"No hemos hecho un debate serio entre las fuerzas soberanistas sobre la territorialidad, los ritmos, el papel institucional o el social para defenderlo conjuntamente con coherencia. Los temas están apuntados, proyectados, pero no tienen un nivel de concreción y compromiso de trabajo en común, que es lo que nosotros llamamos acuerdo de mínimos. Por lo tanto, nos parece que no es el momento de ir a una mesa para un debate sobre elementos de soberanía", indica.

En esta línea, acusa al PSOE de no haber hecho una reflexión, "sino que su intervención en Catalunya ha sido muy instructiva" porque "ha dividido a las fuerzas catalanas y, frente a la legitimidad del 90% del Parlament, ha hecho una revisión en las Cortes españolas que deja el Estatuto totalmente irreconocible". "Y eso es lo que va a pretender hacer aquí", advierte el sindicalista, para quien el PSOE "buscará dividir al soberanismo, aprovechando las luchas de espacios, y después ir a un diseño estatutista".

A su entender, lo importante ahora es ir "clarificando las cosas" y "concretando adónde vamos" para que, a partir de ahí, se puedan "marcar tiempos, recorridos y prioridades para llegar a esa propuesta lo antes posible". "Hay que alcanzar un acuerdo de mínimos. Todo eso está por hacer", afirma.

PNV Y EA

En referencia a la citada alianza soberanista, cree que debería estar conformada por "quienes respeten el ámbito vasco de decisión", sin necesidad de que sean abertzales, y critica al PNV y EA por hacer una política "neoliberal" en la que ELA "sufre mucho en lo referido al gasto presupuestario".

Asimismo, cree que EA, al frente del Departamento de Trabajo, "está haciendo una flagrante conculcación del derecho de huelga, no está interviniendo en cuestiones en las que tiene margen como en el fraude de ley de los contratos temporales o en la siniestralidad".

Por ello, cree que habrá que "unos tendrán que ceder unas cosas y otros otras", e insta a los independentistas a favorecer "una dialéctica, un debate, cuyo resultado sea la suma, independientemente del punto de partida de cada cual". "Hay que cultivar socialmente bien este debate para que la ciudadanía obligue al soberanismo a llegar a acuerdos", recalca.