Los dueños de Marsans se negaron a realizar un cierre ordenado para evitar más afectados

Agencia de viajes Marsans
EUROPA PRESS
Actualizado: jueves, 8 marzo 2012 15:40

((Esta noticia sustituye a la anterior sobre el mismo tema))

Una decena de directivos recomendaron a Díaz Ferrán y Pascual este cierre ante la grave situación de la compañía


MADRID, 8 Mar. (EUROPA PRESS) -

El expresidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, y su socio en el grupo Marsans se negaron a realizar un cierre ordenado de la compañía turística dos meses antes de la quiebra anunciada el 10 de junio de 2010 y evitar así que hubiera más clientes afectados, cuya cifra alcanzó los 100.000 viajeros.

Según el contenido de un 'e-mail' enviado el 30 de abril de 2010 por los 11 miembros del Comité Ejecutvio de Gestión de Viajes Marsans a Pascual, al que tuvo acceso Europa Press, los directivos advertían de que "la situación de las oficinas" había "sobrepasado todos los límites inimaginables" derivada del impago a los proveedores.

Los miembros del comité comunicaban a Pascual que "con este panorama solo se puede, de nuevo, solicitar que nos dé instrucciones para hacer un cierre lo más ordenado posible" con el objetivo de "salvar la situación de unos 60.000 clientes", ya que con esta medida "en vez de dejar más de 100.000 clientes perjudicados solo se verían afectados unos 40.000".

Este correo electrónico fue ratificado esta mañana ante el juez de la Audiencia Nacional por el entonces subdirector general de Viajes Marsans, Vicente Muñoz, en su declaración como testigo en la causa que investiga a los dueños del grupo Marsans y a la sociedad Possibilitum Business por un presunto delito de apropiación indebida de 4,4 millones de euros procedentes de las reservas de los clientes.

El exdirectivo de Marsans confirmó la situación que relata el 'e-mail', que relataba que existían "clientes tirados en USA, Tailandia, China, Cuba, Argentina, Perú, México, Japón y diferentes destinos europeos y nacionales". Esta situación afectaba a Viajes Marsans y a las cuatro filiales del grupo --Tiempo Libre, Rural Tours, Viajes Crisol y Mundicolor--.

Además, los directivos advertían que en las oficinas del grupo Marsans estaban "llenas de clientes reclamando su documentación y/o su dinero" y que, al no poder atender sus exigencias, se estaban produciendo "situaciones muy graves" y que los empleados "tenían miedo de ir a la oficina".

DIMISIÓN EN BLOQUE DEL COMITÉ.

Según explicó Muñoz, la ignorancia por parte de los dueños de la compañía, que se negaron a recibirlos días antes, provocó la "dimisión en bloque" de los 11 directivos del Comité Ejecutivo de Gestión entre el 30 de abril y el 3 de mayo de 2010.

Por otro lado, el testigo relató cómo el 3 de mayo de 2010, Díaz Férran y Pascual comunicaron a todos los directivos del grupo Marsans que a partir de ese momento, todas las decisiones tenían que ser comunicadas al administrador de Possibilitum Business, Iván Losada. Los dueños de Marsans no comunicaron la venta de la compañía turística a esta sociedad hasta el 10 de junio de 2010.

Por su parte, Muñoz señaló que fue suspendido de empleo y sueldo por Losada el 19 de julio de 2010, y posteriormente despedido, después de que ordenara sin su consentimiento pagar las nóminas de mayo a los trabajadores del dinero que encontró en una cuenta en el Banco Pastor.

Fuentes jurídicas cercanas a las defensas de los imputados, aseguraron que Muñoz fue despedido porque su puesto de trabajo se quedó sin contenido y que no realizaba labor alguna en la compañía turística. Por otro lado, las mismas fuentes aseguraron que todo el dinero de las reservas de los clientes fue destinado a pagar deudas del grupo Marsans y destacaron que no existe ningún cliente perjudicado que se haya personado en la causa.

En su querella, el fiscal mantiene que entre el 1 de marzo y el 31 de julio de 2010, el grupo Marsans formalizó reservas que dieron lugar a 7.560 depósitos de clientes, de los que 4.706 no han sido devueltos a los clientes. Además, la sociedad patrimonial, Teinver, que ostentaba la propiedad de las empresas del grupo Marsans, tiene una deuda de 259 millones de euros procedentes de las empresas.

Viajes Marsans quebró en junio de 2010, dejando un déficit patrimonial de 271 millones de euros (373 millones si se tienen en cuenta sus filiales), ya que cuenta con un pasivo de 552 millones, frente a un activo de 281 millones de euros.