(Ampliación) Prado (Endesa) pide un "esfuerzo" de estabilidad de los gobiernos por la economía

XIV Foro de Diálogo España - Italia
EUROPA PRESS
Actualizado: jueves, 22 octubre 2015 17:59

BARCELONA, 9 Abr. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Endesa, Borja Prado, ha afirmado este jueves que los inversores internacionales han incrementado su interés por España e Italia porque ven estabilidad en los gobiernos, y que por ello se debe "hacer un esfuerzo para mantener esta estabilidad".

En una mesa redonda sobre el Plan Juncker de la CE durante el XIV Foro de Diálogo España-Italia en la sede de Fomento del Trabajo, ha añadido que para crecer también hacen falta inversiones, y que el Plan Juncker es la "herramienta idónea" para impulsar estas inversiones.

Ha repasado que el objetivo es recuperar la competitividad de los sectores estratégicos, consolidar un mercado único europeo y contribuir a la recuperación económica y el empleo (el plan prevé la creación de más de un millón de puestos de trabajo), algo "tremendamente importante".

Ha afirmado que Endesa está comprometida con el desarrollo de un nuevo modelo energético y las ciudades inteligentes, y por eso ha presentado al Gobierno español proyectos para el plan Juncker por 7.200 millones de euros --más de 3.000 para el periodo 2015-2017--.

Para él, que buena parte del presupuesto español planteado inicialmente para este plan se dedique a interconexiones eléctricas y de gas es "una buena noticia para Endesa y para todos".

Está convencido de que la solución a los problemas de la economía pasa por una mayor integración en Europa y por abrir las fronteras que subsisten entre los países, y cree que el Plan Juncker servirá para mejorar la competitividad de la economía y el modelo energético.

En el caso de España e Italia, ha sostenido que ambos países están trabajando por una Europa unida, y que tienen muchos objetivos comunes en los que deben colaborar.

Ha recordado que la crisis ha obligado a ambos países a esfuerzos muy grandes: "Algunos los hemos hecho antes y otros los están haciendo después, pero tenemos un destino común", y ha opinado que España puede servir de ejemplo para Italia, con una problemática similar.

INVERSIÓN DEL PLAN JUNCKER

El director de Estrategia Bancaria de CaixaBank, Enric Fernández, ha recordado que el Plan Juncker prevé impulsar en tres años 315.000 millones de euros de inversión público-privada en Europa, de los que la CE aportará garantías por 16.000 millones, y el Banco Europeo de Inversiones (BEI) financiación por 5.000.

Deberán ser proyectos rentables y estratégicos a nivel europeo, básicamente (240.000 millones) en infraestructuras energéticas, de transporte y de telecomunicaciones, y también se pondrá énfasis (los otros 75.000 millones) en apoyar las inversiones de pymes de hasta 3.000 trabajadores.

El la misma mesa redonda, el presidente de Telecom Italia, Giuseppe Recchi, ha incidido en invertir en infraestructuras útiles para la economía en vez de hacerlo en 'catedrales en el desierto', y que el Plan Juncker será positivo "si está bien gestionado" en esta dirección porque impulsará la capacidad de inversión que hay latente.

ESCEPTICISMO

El consejero delegado de Saba, Josep Martínez Vila, ha opinado que no hay otra vía de crecimiento económico que la inversión, y que es la mejor manera de crear empleo, pero es escéptico sobre el objetivo de 315.000 millones del Plan Juncker.

"Debe haber una mejora del entorno en que se producen las inversiones, y debería haber una homogeneización territorial --el Plan no establece cuotas territoriales--, un marco legal claro y estable, y simplificación de trámites", ha enumerado.

El administrador delegado de Atlantia y Autostrade en Italia, Giovanni Castellucci, también ha considerado optimistas los objetivos del Plan Juncker, que a su parecer debía ser el instrumento para reducir el diferencial entre las diferentes áreas de la UE a través de inversiones para el crecimiento.

Considera que hay liquidez a niveles jamás vistos, pero el problema son los riesgos, y recela de que la "tecnoestructura" del Plan Juncker sepa diferenciar riesgos de pérdidas, por lo que incide en que debe primar el análisis coste-beneficio.

"Temo que tenga problemas de ejecución con riesgos demasiado importantes y una alteración del funcionamiento del mercado", ha admitido, y ha abogado por elegir proyectos maduros que todavía no se han ejecutado, más que proyectos que no se habían planteado antes y cuyos retornos no se conocen.

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