Bruselas aconseja a Portugal aprovechar las condiciones económicas favorables para corregir desequilibrios

Publicado: jueves, 7 diciembre 2017 19:02

LISBOA, 7 Dic. (EUROPA PRESS) -

Las condiciones macroeconómicas y financieras favorables actuales otorgan a Portugal la oportunidad de abordar sus "persistentes" desequilibrios, tales como la elevada deuda del sector público y privado y las rigideces de su economía, que influyen en el crecimiento potencial a medio plazo y dejan al país vulnerable ante una crisis.

Así lo declaran de forma conjunta la Comisión Europea (CE) y el Banco Central Europeo (BCE) tras la séptima visita post-vigilancia al programa de rescate financiero, en la que también han participado el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Según concluyen las instituciones, una mayor consolidación fiscal será "importante" para garantizar un descenso constante en la cifra de deuda pública, que se sitúa todavía en niveles muy altos. "Las actuales condiciones cíclicas favorables, junto con la disminución de los pagos por intereses, deberían utilizarse para impulsar el ajuste fiscal estructural a fin de garantizar una posición presupuestaria sostenible en el medio plazo", explican en un comunicado.

Asimismo, advierten de que el ajuste estructural actualmente planificado corre el riesgo de desviarse significativamente de los requisitos del Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC). Esta idea, tal y como aseveran, refuerza el argumento para contener el crecimiento del gasto y aprovechar los beneficios del menor gasto en intereses para acelerar la reducción de la deuda pública.

En este orden de cosas, desde Bruselas 'dan la bienvenida' al progreso en la ampliación de la revisión del gasto, incluso aconsejan la consideración de objetivos de ahorro más ambiciosos. Del mismo modo, respecto a las recomendaciones específicas por país sobre el control de los gastos para las empresas estatales, el sector de la salud y el sistema de pensiones sostienen que "siguen siendo válidas".

En cuanto al sector privado, la CE y el BCE ven crucial abordar los obstáculos a la inversión y mejorar aún más el entorno empresarial para fortalecer el crecimiento potencial. "Los esfuerzos de las autoridades para mejorar el nivel relativamente bajo de competencias de la mano de obra portuguesa y apoyar la innovación son bien acogidas", señala el documento.

De igual forma, indican que se debe abordar la brecha entre contratos fijos y temporales, principalmente haciendo que los primeros sean más flexibles en lugar de introducir restricciones en los segundos.

SECTOR BANCARIO

El sistema financiero portugués continúa recuperándose, pero las vulnerabilidades clave permanecen. "Los riesgos a corto plazo que emanan del sector bancario de Portugal se han reducido fuertemente en comparación con el año pasado, ya que los principales bancos han logrado atraer capital nuevo", señala.

Sin embargo, las entidades continúan enfrentándose a desafíos importantes, entre los que se incluyen altos préstamos morosos, baja rentabilidad y débiles reservas de capital. En este sentido, asevera que la transición hacia los nuevos estándares contables y regulatorios, fundamentalmente NIIF 9 y MREL, pueden ejercer aún más presión.

"Los bancos deberían mejorar la rentabilidad, por ejemplo, reduciendo todavía más su base de costes. La plataforma para la coordinación de la gestión de los préstamos improductivos, que los bancos están desarrollando con el apoyo de las autoridades y el marco reforzado para la reestructuración de la deuda corporativa son iniciativas importantes en este sentido", subrayan el BCE y la CE.

Los responsables políticos de la CE, del BCE, del MEDE y del FMI estuvieron en Lisboa del 28 de noviembre al 6 de diciembre en el marco de la séptima visita post-rescate, que tiene como objetivo evaluar la capacidad del país para reembolsar los préstamos otorgados en virtud del programa de asistencia financiera y, de ser necesario, recomendar medidas correctivas.

PRINCIPALES RIESGOS

De su lado, el FMI, que también ha publicado de forma independiente sus principales conclusiones, sostiene que existen riesgos que podrían afectar a las perspectivas de crecimiento de Portugal, como un aumento del riesgo en los mercados globales, una incertidumbre prolongada en España y un progreso insuficiente en las reformas.

En el medio plazo, los riesgos más relevantes a los que podría tener que hacer frente el país luso son un aumento de la volatilidad en los mercados de bonos europeos a medida que la acomodación monetaria se vaya reduciendo gradualmente en la zona euro y un crecimiento estructuralmente débil entre los principales socios comerciales.

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