ZARAGOZA, 23 Abr. (EUROPA PRESS) -
El ex presidente del Gobierno de España, Felipe González, afirmó hoy que derrotar la crisis y conseguir que la Unión Europea (UE) mantenga una posición alta en el conjunto mundial exige mejorar la formación de los trabajadores, convertir la jubilación en un derecho y limitar la inmigración a las "necesidades" de los países receptores.
González visitó hoy la ciudad de Zaragoza, donde recogió el Premio Aragón Internacional 2010 que le entregó el presidente del Gobierno autónomo, el socialista Marcelino Iglesias, con motivo del Día de Aragón. Este premio lo comparte con el ex presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors.
El ex secretario general de los socialistas españoles avisó de que la actual crisis económica es "la mayor que conoció el mundo" desde el 'crack' de 1929 y opinó que esta crisis, que nació en Estados Unidos, "es una crisis muy occidental en un momento en el que el poder del mundo se traslada del occidentalismo centralizado hacia Asia".
Europa "corre el riesgo" de ser "una parte insignificante" en el continente euroasiático, alertó Felipe González, quien recomendó implantar el "liderazgo compartido" en el seno de la UE como herramienta para superar la crisis. González afirmó que el hecho de crecer tres décimas porcentuales positivas "no significa que hayamos superado la crisis".
MANTENER EL BIENESTAR
Para incrementar la competitividad de la economía española y conseguir que la actividad económica tenga el valor añadido "suficiente para mantener el Estado del Bienestar", González recomendó mejorar el capital humano.
Según el ex presidente González se ha producido un 'gap', una suerte de fracaso orgánico, en el capital humano europeo y como ejemplo de ello aludió a la situación de los procesos de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i), la Formación Profesional (FP) y la excelencia universitaria, de lo que dedujo que es "necesario" conseguir ya el denominado Pacto por la Educación en España.
González acudió a la demografía para indicar que Europa occidental es la región del mundo que tiene una mayor esperanza de vida, junto con Japón, pero es el área en la que nacen menos niños, de lo que concluyó que en 50 años "reventará" la relación entre trabajadores activos, es decir, cotizantes a la Seguridad Social, y pasivos, receptores de pensiones de jubilación y otras ayudas.
Esto le llevó a afirmar que es necesario "hacer de la jubilación un derecho y no una obligación", alineándose así con las tesis planteadas -y luego revocadas-- por el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, quien semanas atrás propuso elevar la edad de jubilación obligatoria hasta los 67 años.
De la inmigración, Felipe González indicó que debe ir "acorde con nuestras necesidades" y se tendría que orientar a "mejorar el funcionamiento del mercado de trabajo y las empresas".
Felipe González puso de relieve un concepto socioeconómico como es el de la empleabilidad, aludiendo al hecho de que, en la economía que viene, primará la capacidad de cada trabajador de ser capaz, por su formación, de acceder a nuevos empleos que la posibilidad de mantener el histórico empleo "para toda la vida".
"TRAGEDIA GRIEGA"
El ex presidente del Gobierno de España animó a impulsar el "liderazgo compartido" en el seno de la Unión Europea para "afrontar la crisis, salir de ella" y restó valor a la calificación negativa de las agencias de valoración financiera que han alertado de "la tragedia griega", recordando que las mismas fueron las que, poco antes de la crisis, daban a Lehman Brothers la máxima calificación en materia de seguridad financiera, tras lo cual quebró.
González animó a utilizar mecanismos como el Banco Europeo de Inversiones y emplazó a Alemania a "mostrar su liderazgo" en la realización de políticas anticíclicas.
"Ha fallado la falta de coordinación y gobernanza" en una UE aun habiendo "un solo mercado, una sola política monetaria y una sola moneda", avisó Felipe González, quien subrayó que, antes de la crisis, España era el país que mejor cumplía las recomendaciones europeas en materia económica. 2010 es una suerte de "rompeaguas de la Historia", señaló.
OTROS PREMIADOS
Felipe González fue precedido en su intervención por un representante de la Embajada de Francia en España, que recogió la medalla asignada al ex presidente de la Comisión Europea Jacques Delors.
En su intervención, el diplomático leyó un escrito de Delors en el que el veterano político francés indicaba que el actual momento es "crucial" y recordó sus "lazos personales" con España, entre otros su presencia en la Comisión cuando Felipe González consiguió la entrada de España en la entonces denominada Comunidad Económica Europea (CEE), actual UE.
El vicepresidente del Gobierno autónomo, José Ángel Biel, entregó el Premio Aragón 2010 a Pablo Arenas, hijo del galardonado Juan José Arenas. En su intervención, Pablo Arenas leyó un breve discurso elaborado por su padre.
En este escrito, el galardonado expresó que los premios que en Aragón se le conceden son "los más sentidos". El premiado señaló que Aragón es una comunidad "que resulta del todo original".
Arenas destacó la importancia de las obras públicas y emplazó a todos a dar un "buen uso" de cada obra pública, tras lo que propuso implantar "un clima de exigencia y de respeto" hacia la obra pública a cambio de que el proyectista ofrezca lo mejor de sí en el diseño y construcción de cada obra.
En el escrito leído esta mañana, Juan José Arenas aludió al Puente del Tercer Milenio, en cuyo diseño participó con motivo de la Exposición Internacional de Zaragoza 2008, y lamentó el "salvajismo" que ha padecido la obra.
Arenas mencionó las diferencias socioeconómicas entre Occidente y el tercer mundo y dijo que "de un desequilibrio tan radical no pueden esperarse convivencias armoniosas".
