Asintra denuncia que el fin del gasóleo profesional encarecerá un 6,7% el combustible
MADRID, 29 Nov. (EUROPA PRESS) -
Las administraciones públicas adeudan 1.098 millones de euros a las empresas de transporte de viajeros en autobús, importe equivalente al 29% de la facturación total del sector, según datos de la patronal Asintra que recoge Europa Press.
Del monto total, 768 millones de euros (el 70%) corresponde a las deudas de los ayuntamientos por la prestación de servicios de transporte urbano. El pasivo restante corresponde al resto de las administraciones, principalmente por los servicios de transporte escolar.
La patronal asegura que esta deuda coloca en una "preocupante situación" al sector, que además afronta una crisis derivada del descenso de la demanda de viajeros y el aumento de sus costes de explotación.
Por ello, las empresas de autobuses han solicitado al Ministerio de Fomento aplicar una subida extraordinaria del 7,7% en el precio del billete de los autobuses de transporte público interurbano a comienzos de 2012.
Asintra asegura que la legislación del sector reconoce la pertinencia de subidas extraordinarias de tarifas para garantizar el equilibrio económico-financiero de las concesiones de transporte. Además, según sus cálculos, este incremento tendría un impacto de apenas un 0,02% en el IPC.
La patronal justifica la necesidad de subir los billetes en el desfase que presentan sus rutas entre ingresos y los costes. Así, indica que mientras que la demanda de viajeros en autobús acumula un descenso del 7,3% desde 2005 (un 4,6% en términos de ocupación media de los vehículos), los costes de explotación se han encarecido un 7,30% sólo en 2010.
ENCARECIMIENTO DEL GASOLEO.
En este sentido, destaca las subidas del 20,6% y del 23% que registraron los costes de combustible y de financiación, siendo además el carburante "especialmente relevante", dado que supone una cuarta parte (el 24,1%) del total.
Además, la patronal calcula que el fin de la bonificación fiscal para el gasóleo (el denominado gasóleo profesional) previsto para el 1 de enero de 2012 se traducirá en un encarecimiento del 6,7% en el coste de este combustible.
Asintra considera que "las perspectivas económicas para lo que resta de 2011 y para 2012 no permiten augurar crecimientos sustanciales y sostenidos del número de viajeros que supongan incrementos en los ingresos suficientes para permitir subidas tarifarias inferiores a los crecimientos de los costes sin que ello ponga en peligro el equilibrio económico y, por tanto, garantizar la prestación de un servicio público como es la movilidad de los ciudadanos, además del mantenimiento de las empresas y los trabajadores del ramo".
