MADRID, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -
El ex ministro de Economía Miguel Boyer rechazó hoy la subida de impuestos aprobada por el Gobierno para 2010, y señaló que la prioridad ahora no debe ser la reducción del déficit, sino estimular la economía.
Boyer indicó, en declaraciones a RNE recogidas por Europa Press, que el Ministerio de Economía y Hacienda "se ha dejado impresionar por algunas cosas que se dicen en la Comisión Europea" y ha querido demostrar que España está dispuesta a subir los impuestos si hace falta.
En cuanto a la necesidad de una reforma laboral, el ex ministro indicó que hubiera sido "nocivo" plantearla este mismo año cuando ha habido "caídas fortísimas" de empleo, y apostó por dejarla para 2010, que habrá una situación económica mejor.
"A mí me parecía nocivo plantear reformas muy fuertes en el momento más crítico de la crisis desde el punto de vista del empleo, que era este año 2009. Porque creo que hay que hacerlo con más serenidad, no bajo la presión de miles y miles de trabajadores que caen en el paro todo el tiempo, sino en un momento de mayor tranquilidad".
Así, apuntó que a principios de 2010, las cosas estarán "más tranquilas" y los sindicatos en una mejor situación para discutir cambios en el mercado de trabajo. En este sentido, se mostró partidario de reducir la temporalidad.
CRECIMIENTO POSITIVO DESDE EL CUARTO TRIMESTRE.
Respecto a la salida de la crisis en España, Boyer indicó que durante el tercer trimestre se ha tocado el punto "más bajo" de la recesión en términos de crecimiento, y auguró que durante el cuarto trimestre es "muy probable" que se registren tasas intertrimestrales positivas de entre el 0,2% y el 0,5%. Por ello, apuntó que la salida de la crisis está siendo "relativamente rápida".
Finalmente, apostó por mantener estímulos a la inversión pública como "regla de oro" para combatir la recesión, y abogó por la reducción "a la mitad" del sector inmobiliario. Boyer subrayó que este sector es "muy fluctuante" y de la misma manera que crea una gran cantidad de trabajo, lo destruye.
"La reducción del peso del sector inmobiliario a la mitad es el factor fundamental para que no haya esas caídas tremendas (de empleo) en las recesiones", reiteró.
