Asume el elevado déficit, reducirá el gasto público en 2010 y descarta una subida de impuestos
PARIS, 14 May. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro francés, François Fillon, cree que la economía francesa se contraerá este año alrededor del 3% y que, a pesar de mostrar signos "alentadores", como la baja inflación, la resistencia del consumo y la solidez de los bancos, el país no está al abrigo de "nuevas sacudidas".
"Algunos elementos positivos permiten creer en una mejora de la coyuntura en el cuarto trimestre en Estados Unidos y luego en una recuperación lenta en Europa en 2010", señala el primer ministro en una entrevista que hoy publica 'Le Figaro'.
Fillon asegura igualmente que el Gobierno "asume" el elevado nivel de déficit, que en 2010 el objetivo es reducir el gasto público y descarta una subida de impuestos. El Gobierno galo acepta pues la idea de un aumento del déficit y asegura que "nadie" en Europa volverá al equilibrio prespuestario en 2012.
No obstante, prepara un presupuesto para 2010 que "tenga la voluntad de reducir los gastos del Estado" porque es, a juicio de Fillon, "la única política posible que tendrá buenos efectos mientras se mejora la coyuntura".
El jefe del Ejecutivo defiende la continuidad de la política económica puesta en marcha y por eso adelanta que no se aumentarán los impuestos, al entender que es "contraproducente" en tiempos de recesión porque "pesa" sobre el consumo y es "peligroso" si la situación mejora dado que amenaza con "frenar la recuperación".
Sobre las medidas para reducir el gasto, dice que en 2010 se congelará la progresión del gasto del Estado y que, para lograrlo, se mantendrá la regla de no reemplazar uno de cada dos funcionarios que se jubilen, lo que supone la supresión de 34.000 puestos.
En cuanto a la situación del empleo, al ser preguntado si cree que se alcanzarán los 3 millones de parados, Fillon evita adelantar cifras y admite que el mercado laboral continuará degradándose en Francia como en el resto de las economías desarrolladas.
En su opinión, hasta el verano seguirá siendo "fuerte" la presión sobre las reestructuraciones, pero después del verano "el incremento del paro se ralentizará".
Frente a quienes como el FMI consideran que el plan de relanzamiento francés es insuficiente, el primer ministro asegura que el Gobierno seguirá con su estrategia y que mantendrá su "sangre fría" evitando tomar decisiones que le "costarían caras" al país cuando la economía se recupere.
"El Gobierno no se ha dejado llevar por quienes pedían un relanzamiento mediante el consumo o una reducción del IVA. Siempre hemos dicho que tomaríamos otras medidas si fueran necesarias, pero ese no es el caso hoy", sostiene.
En este sentido, considera que sería "irresponsable" un mayor gasto público cuando el déficit se duplicará este año debido al plan de estímulo económico (30.000 millones) y de la falta de ingresos fiscales debido a la ralentización de la economía (20.000 millones).
