MADRID, 1 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Asamblea de decanos del Consejo General de Colegios de Economistas, compuesta por los 33 representantes de los colegios de economistas de España, ha reelegido a Valentí Pich Rosell como presidente del mismo.
Según ha informado el Consejo General de Colegios de Economistas en una nota de prensa, a las elecciones se ha presentado una única candidatura, la de Pich, que ha obtenido el respaldo de todos los miembros de la Asamblea.
Pich nació en Barcelona en 1953 y es, desde enero de 2008, presidente del Consejo General. Anteriormente había sido secretario del mismo entre 1997 y 2001 y entre 2004 y 2008. También fue vocal de la Comisión Permanente de 2001 a 2004, y presidente del Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF) del año 2000 al 2006.
El Consejo General de Colegios Economistas coordina y representa en los ámbitos nacional e internacional a casi 50.000 economistas pertenecientes a los 33 colegios existentes. En lo últimos cuarenta años, ha desarrollado su actividad en campos tan diversos como la auditoría (REA), asesoría fiscal (REAF), y economía forense (REFOR).
De la misma forma, ha coordinado equipos de trabajo en áreas como contabilidad, laboral, educación, asesoría financiera, responsabilidad social de la empresa, economistas del Medio Ambiente, auditores de sistemas de información financiera, expertos independientes para refinanciación, marketing o arbitraje y mediación.
Durante la Asamblea, Pich ha señalado que España vive "momentos cruciales" porque está pagando las consecuencias de los excesos vividos en el largo periodo de crecimiento anterior. "Independientemente del posicionamiento ideológico de cada uno, debemos tener ideas claras", ha indicado.
A su parecer, "ni el futuro está escrito ni el mundo es plano", ya que existen realidades territoriales que no afectan a todos por igual, por lo que depende de la habilidad de cada país el situarse en el lugar idóneo para salir adelante.
En este sentido, ha señalado que el mercado se ha impuesto a los entornos territoriales, dejando sólo dos alternativas: crecer o retroceder. "Como economistas, no debemos hacer las cosas con el corazón, sino desde el corazón, lo que significa que el bienestar no se logra con ayudas, se logra creando las condiciones para crecer", ha añadido.
